HÉCTOR MARIN
EL PRAT (BARCELONA).-
Anna Vegué, la doctora despedida del centro deportivo municipal Sagnier de El Prat de Llobregat por haberse negado a dirigirse en castellano a los usuarios, aseguró ayer no tener constancia de ninguna queja formal. La trabajadora afectada añadió que nunca se ha opuesto a cambiar de idioma cuando algún paciente se lo pedía «porque no entendía el catalán». A la vez, el Ayuntamiento de El Prat instó a la empresa concesionaria del centro, Servicio de Enseñanza y Asesoramiento Deportivo, a que readmita a la médico en el puesto de trabajo que desempeña desde hace siete años.
Un comunicado emitido por el Consistorio subraya su rechazo hacia «cualquier tipo de actuación que suponga discriminación por razón de lengua». Con la intención de esclarecer lo sucedido, el Ayuntamiento abrió diligencias administrativas después de que la doctora Vegué fuera despedida el 16 de marzo de su empleo en el servicio médico de las instalaciones deportivas municipales.
El Ayuntamiento mostró su respeto al derecho de cualquier empresa para gestionar y tomar decisiones en el ámbito de las relaciones laborales con sus trabajadores dentro del marco legal, si bien «no puede compartir los motivos alegados para el despido» de Anna Vegué, que trabajaba exclusivamente en este centro. Por ese motivo, el Ayuntamiento de El Prat ha trasladado por escrito este firme posicionamiento a la empresa concesionaria, a la que reclama que devuelva a la doctora el puesto de trabajo.
La empresa Seae alega en la carta de despido que la decisión de dejar a la empleada sin trabajo responde a la «multitud de quejas recibidas por parte de los usuarios» del centro en relación con «la negativa a utilizar el castellano».
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