Así, el estudiante que haya cursado un Grado (cuatro años y 240 créditos) en Ingeniería podrá acceder al mercado laboral; pero ciertas competencias profesionales atribuidas -como firmar un proyecto- quedarán supeditadas a la realización de un posgrado (Máster) de uno o dos años (60 o 120 créditos, respectivamente), informa Servimedia.

La decisión sobre los casos en los que será necesario un máster con atribuciones se tomará, agregó Quintanilla, después de escuchar a las universidades y a los colegios profesionales, con el fin de aclarar los «roces» de competencias.

El secretario de Estado hizo estas declaraciones tras la reunión que mantuvo con la Subcomisión de Enseñanzas Técnicas del Consejo de Cordinación universitaria para debatir la nueva situación de las titulaciones con atribuciones regladas por ley, tras la aprobación de la reforma de la Ley Orgánica de Universidades (LOU).

Según el secretario de Estado, «ha habido confusión en el debate», y «es necesario diferenciar entre lo académico y lo profesional». Así respondía a los colegios profesionales que se oponen a que los ingenieros técnicos (diplomados) y los conocidos como ingenieros superiores (licenciados) queden subsumidos en una sola categoría: la de Grado.