JAVIER ORTEGA. Corresponsal
ZARAGOZA.-
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) tendrá que invertir entre 15 y 20 millones de euros en reparar las infraestructuras, diques, motas y riberas, dañadas por las últimas avenidas del río. Así lo anunció ayer José Luis Alonso, presidente de este organismo, cuya Junta de Gobierno, en la que están representados los usuarios y las nueve comunidades autónomas que la integran, se reunió ayer en Zaragoza para analizar la situación.
A esa cantidad hay que sumar los más de 30 millones en que se estiman las pérdidas en cosechas, riegos y explotaciones ganaderas de unos 40 pueblos ribereños.
Alonso declaró que la Junta valoró el trabajo de los ayuntamientos y la coordinación entre todas las administraciones con motivo de la avenida del Ebro.
Señaló que, gracias a la laminación de caudales en los embalses de Yesa e Itoiz, se pudo reducir la crecida en unos 450 metros cúbicos por segundo. En caso contrario, habría sido similar a la de 2003 y habría inundado algunas poblaciones.
Responsables de la CHE van a mantener reuniones con los ayuntamientos de los pueblos afectados de Navarra y Aragón para estudiar las medidas a la hora de proteger las poblaciones y reparar las motas reventadas por el agua.
Por otra parte, el Gobierno de Aragón aprobará la próxima semana una primera partida de seis millones de euros para hacer frente a los daños más urgentes. Además, el consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé, anunció el compromiso del Ministerio para financiar el 50% de esas ayudas.
Ayuntamientos y agricultores exigen una rápida valoración e indemnización de los daños e insisten en la necesidad de limpiar el cauce del río de islotes, vegetación y maleza.
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