El Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer la revisión del padrón municipal a 1 de enero de 2007 de cara a las próximas elecciones. Después de la disputa que protagonizaron con el Instituto Nacional de Estadística (INE), que le restó a la capital casi 250.000 ciudadanos por problemas burocráticos, se ha establecido oficialmente que en Madrid viven 3.187.062 censados, 18.172 personas menos que en 2006.
El descenso de los empadronados se debe, sobre todo, a las bajas que se han producido por la no renovación del certificado que tienen que hacer los inmigrantes que no disponen del permiso de residencia definitivo, cada dos años. De hecho, éste fue el motivo básico para la gran diferencia de población en la capital que daba el INE y la que dio el Ayuntamiento.
Sin embargo, el director general de Estadística, Felipe Balsega, explicó ayer que «esta pérdida de empadronados no significa que se haya reducido el número de habitantes en la capital, porque el movimiento registrado por las administraciones no tiene por qué coincidir con el movimiento físico de la población».
Y es que el número de trámites administrativos que hay que hacer y la desinformación que tienen algunos grupos sobre este registro han obligado al Consistorio a realizar un esfuerzo para clarificar el padrón.
Al final, subsanado este aspecto y la diferencia con el INE, el Ayuntamiento de Madrid recibió, en 2006, 209.463 altas en su registro de ciudadanos aunque tuvo que dar de baja a 227.735 personas que seguían censadas en la capital sin cumplir los requisitos.
La causa principal de las altas ha sido la llegada de nuevos habitantes extranjeros (86.578 censados el año pasado) y por el empadronamiento de nuevos vecinos procedentes de otros municipios españoles (85.546 personas).
Según los datos del padrón, más de 550.800 de los empadronados en la capital son de origen extranjero, 38.000 más que los que se inscribieron en 2005.
«La diferencia entre bajas y altas ha sido por el trámite administrativo porque el crecimiento vegetativo de la ciudad y el saldo migratorio resultan positivos», insistió ayer el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
En el año 2006, los nacimientos superaron a las defunciones en más de 7.174 partos, aunque es un margen muy corto, como reconoce Balsega: «Ha habido años en que el balance era incluso negativo, en los años 90, pero aun así es un crecimiento muy pequeño». Además, también ha sido positivo el saldo migratorio, superando los asentamientos en Madrid en 59.012 certificados a los que se mudaron fuera de la ciudad.
Mudanzas
Sin embargo, la salida de la capital hacia otros municipios sigue siendo la principal causa de las bajas en el padrón. Concretamente sucedió con 106.637 personas que se cambiaron a una casa fuera de los términos de la capital, en 2006.
Aunque también tuvieron su importancia los casi 69.600 extranjeros que fueron dados de baja de la cuenta municipal por no renovar la inscripción cada dos años, como marca la ley. Para Felipe Balsega, ésta es la principal causa del decrecimiento del padrón ya que el resto de movimientos se compensan.
Otro de los datos curiosos del censo municipal es que, en 2006, 236.897 personas se cambiaron de dirección dentro de la ciudad de Madrid. Esto supone que un 7,4% de los madrileños hicieron una mudanza y solicitaron el cambio en el certificado. «Destaca la elevada movilidad interna de los ciudadanos dentro de la metrópoli. Es la máxima cifra desde 1996», aclararon fuentes municipales.
El padrón que se aprueba ahora por el Gobierno de la ciudad servirá de base para la realización del censo electoral, que ya está en exposición pública para que los ciudadanos puedan presentar sus reclamaciones si hay algún error.
El 27 de mayo, están llamados a votar en la capital 2.257.592 ciudadanos de origen español y 15.627 extranjeros que tienen derecho a acudir a las urnas para estas elecciones municipales y autonómicas.
Además, fuera de España residen 130.476 madrileños que también echarán su papeleta pero en la distancia.