Oliver Rudolf, de 57 años de edad y residente en Tailandia desde hace más de una década, fue detenido en diciembre pasado después de manchar con pintura negra los retratos del rey expuestos en la vía pública para conmemorar el 79º cumpleaños del monarca.

Los responsables de inmigración del país asiático condujeron al suizo al aeropuerto de Bangkok a fin de deportarlo a su país de origen en la tarde de ayer. Reuters informó que la embajada suiza estaba «asistiendo a las autoridades tailandesas» para lograr el más pronto regreso de Oliver Rudolf.

El helvético, que es el primer extranjero condenado por un delito similar en Tailandia, ha pasado más de cuatro meses en la prisión de Chiang Mai debido a sus ofensas a un rey venerado como una divinidad por gran parte de su pueblo.