Es intolerable usar a los niños con fines políticos
Sr. Director:
Lo ocurrido en el Mundialito Benjamín de Fútbol de Portugal, en donde el equipo de chavales del F.C. Barcelona se negó a salir al campo mientras sonaba el himno español, es otro triste reflejo más de la aborrecible manipulación ideológica que quieren llevar a cabo los nacionalistas radicales catalanes. Y en este caso concreto, resulta aún más difícil de entender y de aceptar el que, para negar todo aquello que signifique España, se utilice cobardemente a niños de ocho años que sólo deberían aprender los valores solidarios del deporte, y no ser tratados como un arma más en la fanatización del falso victimismo del que se autoalimentan estos nacionalistas.
Si estas consignas etnicistas y de diferenciación xenófoba que determinados sectarios quieren transmitir a los niños en las comunidades autónomas de presión nacionalista cuajan, muchos de esos dirigentes se estarían comportando como los fascistas que en su momento crearon las juventudes hitlerianas. Y si eso desgraciadamente llega, demasiados -unos por activa y otros por pasiva- habrán sido los culpables de que en el camino hacia una Europa unida y un mundo global, las rancias y caducas ideologías nacionalistas periféricas, hayan vencido con su imposición de tribu localista, frente a las ideas y valores universales de igualdad y libertad.
David García García. Madrid.
Las extrañas cuentas de los 'intelectuales'
Sr. Director:
Hace unos días, un amigo me hizo llegar el manifiesto de los intelectuales que ahora se hace público, solicitando mi firma o adhesión si estaba de acuerdo con el texto. Me pareció una pura proclama sectaria, por lo que envié una respuesta indicando mi desacuerdo con el mismo y adjunté el manifiesto recibido con mis propios comentarios, contrarios a su contenido (y con nota de reconvención específica para Almudena Grandes, promotora del mismo).
Cuál fue mi sorpresa al recibir un email de respuesta, supongo que automática, agradeciéndome mi adhesión y mi apoyo. Una manera de gestionar la comunicación con los opinantes como otra cualquiera, pero más bien lejana al diálogo que supuestamente propugna el manifiesto. Respondí de nuevo que no, que nada de apoyo sino todo lo contrario, y ya no he obtenido respuesta, así que no sé si mi apoyo (que, desde luego, no podría ser contabilizado como el de un intelectual) habrá sido borrado de los 3.000 o si, para mayor hilaridad, habrá sido contabilizado por partida doble.
Rafael Pérez. Madrid.
La 'Generalidad' sólo quiere catalán en el aula
Sr. Director:
Dice el consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalidad de Cataluña, Joaquim Nadal, que, más allá de lo que diga el impreso de matriculación escolar, los padres tienen plena garantía de que sus hijos serán escolarizados en la lengua que quieran. Y yo me pregunto: si no queda constancia en el impreso de matriculación de este detalle, porque no existe la casilla en donde diga que los padres quieren que sus hijos sean escolarizados en español, ¿cómo podrá conseguirse este objetivo?
Si las personas a las que le llegan las hojas de matriculación -suponiendo que haya escuelas que enseñen a los alumnos en español- no ven ningún indicativo que las diferencie de las demás, ¿cómo podrían derivar allí a los alumnos?
Por cierto, ¿sería capaz la Generalidad de publicar en la prensa un listado de las escuelas de Cataluña en donde pueda escolarizar a mi hijo en español en lugar de en una de ésas donde se dedican a hacerle un resumen en su lengua materna en cinco minutos, al final de la clase, de lo explicado durante toda la sesión, para que quede así ante sus compañeros como el tonto de la clase?
Luisa Martín Belmonte. Barcelona.
¿Se enteraba de algo Acebes como ministro?
Sr. Director:
No comprendo que después de comprobarse que la cúpula de Interior en tiempos de Acebes no se enteraba de nada, el ahora secretario general del PP siga formando parte de la dirección de su partido. Inconcebible.
Raúl Rojas. Madrid.