La cosa iba en serio: Ronaldinho no jugará el partido de mañana ante el Mallorca ni el de Copa del Rey ante el Getafe el próximo miércoles.
Sus reiteradas ausencias en los entrenamientos de esta semana habían propiciado una agria polémica en Barcelona sobre la necesidad de que el brasileño entrenara más y sobre la naturaleza de sus molestias físicas. El club informó el lunes de que el futbolista tenía unas décimas de fiebre, el martes y el miércoles aseguró que estaba en el gimnasio preparándose en solitario, y el jueves, que se había ejercitado pese a estar aquejado de un cuadro gripal.A lo largo de toda la semana, no se hizo público ningún parte médico -procedimiento habitual en estos casos- pero ayer viernes la historia cambió.
La página web del club amaneció con una información titulada Plan específico de recuperación para Ronaldinho en que se explicaba que el brasileño «ha estado aquejado de una amigdalitis que ha requerido tratamiento antibiótico», y que en los próximos días seguirá un plan específico para recuperar su tono físico. Para ello, Ronaldinho deberá hacer dobles sesiones de trabajo que se llevarán tanto en el gimnasio como sobre el campo de entrenamiento de La Masia. El club recordaba también que el diez barcelonista es uno de los futbolistas de la plantilla que ha jugado más minutos en lo que va de temporada.
La gran pregunta es por qué el club no informó antes de que tenía problemas físicos. La baja de Ronaldinho abre también la puerta a especulaciones en el sentido de que la medida sea una muestra de que Frank Rijkaard piensa cambiar su habitual proceder en esos casos, y aplicar la máxima de que quien no se entrena, no juega.
Tanto Txiki Begiristain, muy disgustado tras la derrota sufrida en La Romareda, como Eusebio Sacristán, ayudante de Rijkaard, se han mostrado partidarios de aplicar una disciplina más férrea en el vestuario. Ronaldinho, como ya ocurrió a inicios de la pasada temporada, cuando fue excluido de la convocatoria para jugar ante el Betis, habría sido en este caso el chivo expiatorio con el que los técnicos quieren demostrar a los jugadores que van en serio.
Si fuera ésta la razón de que el jugador vaya a perderse los dos próximos partidos, el castigo llega en el peor momento: con el Sevilla a un solo punto y el Real Madrid, a dos, oliendo el liderato, el Camp Nou espera a un Mallorca sumido en la lucha por alejarse definitivamente de los puestos de descenso. Peor es su ausencia en la ida de las semifinales de Copa ante el Getafe, en un choque de los que gusta al astro por su trascendencia.
Tras el entrenamiento matutino de ayer, Giuly y Motta comparecieron en rueda de prensa y comentaron la ausencia de Ronaldinho. El delantero francés defendió la tesis de su enfermedad y aprovechó la ocasión para mandar un recado a los medios: «Nosotros ya sabíamos qué tenía. Vosotros sois unos pesados y hasta que no habéis visto el papel no nos habéis dejado trabajar tranquilos», dijo.
Thiago Motta, por su parte, afirmó que las críticas de diversos jugadores a las declaraciones de Eusebio anunciando mano dura son ya cosa del pasado. «Seguro que lo dijo con la intención de mejorar, no para perjudicar al vestuario. Los compañeros han hablado con él y no hay ningún problema», dijo. Respecto a su amigo Ronaldinho, fue escueto: «No le veo cambiado, trasmite alegría». Una alegría que, de momento, estará una semana alejada de los terrenos de juego.