JESUS ALCAIDE
MADRID.-
«La verdad es que no me había acercado mucho al fútbol a lo largo de mi vida, pero no lo pensé cuando me ofrecieron la presidencia del club. Quizás sea buena una mirada alternativa. En realidad, mi deporte era el automovilismo. Llegue a ser piloto oficial de Peugeot España». Pese a esta confesión, Francisco Pernía (Cóbreces, 1954) no lo está haciendo mal como máximo dirigente del Racing de Santander. Es más, muchos expertos en la materia firmarían estar en su lugar. Su Racing va camino de alcanzar la mejor clasificación de su historia, es el equipo con más puntuación en la segunda vuelta de la Liga, se ha convertido en una referencia, en club de moda, y ya hay quien comienza a hablar de la primera clasificación para un torneo europeo desde que el club se fundó en 1913. El partido de hoy frente al Madrid llenará de pasión las habitualmente comedidas gradas de El Sardinero.
«Creo que hemos conseguido ilusionar a toda Cantabria. Habitualmente nunca se había creado un clima excesivamente pasional en nuestro estadio. Ahora vamos por los 16.500 abonados, hay fiebre por el Racing y la gente sabe que se está construyendo un proyecto a medio plazo para que el club tenga unas expectativas mayores a las que había tenido hasta ahora, con una idea de gestión empresarial seria, pero a la vez ambiciosa», comenta un presidente orgulloso que, no obstante, reconoce problemas y errores.
«El fútbol es diferente a cualquier otra actividad», comenta Pernía. «Por ejemplo, la figura del agente, del intermediario, está más extendida que en ninguna otra parcela y no siempre para bien. Y las urgencias impiden tomar decisiones mesuradas. Sí, al principio no se lograron resultados, perdimos los tres primeros partidos y la presión sobre el entrenador, Miguel Angel Portugal, fue enorme. Lo reconozco, miramos otras opciones, otros técnicos por si la dinámica se mantenía. El míster lo comprendió, siguió trabajando y ahora estamos arriba. Portugal sabe que yo aposté por él cuando se confirmó que López Caro no sería nuestro técnico. No había feeling con él, la verdad es que López Caro no me inspiraba seguridad. Con Portugal es distinto. Sabe lo que quiere y lo transmite con eficacia».
Pernía tomó los mandos antes del pasado verano. Un grupo de empresarios cántabros relacionados especialmente con el mundo de la construcción se hizo con la mayoría del paquete accionarial del club, el 91%. El 9% restante está repartido entre los socios. Su capacidad de gestión no se circunscribe al mundo empresarial. Fue alcalde de Alfoz, consejero de Industria y Turismo del Gobierno regional y secretario general del PP en Cantabria.
«Desde el primer momento tratamos de reactivar el pulso de la entidad, marcarnos nuevos retos, pero sin prisa. Buscamos la estabilidad económica, así que no cabían locuras. Fichamos a Zigic por seis millones de euros y ahora nos ofrecen mucho más por él y se ha salido esta temporada. Portugal insistió mucho y yo me fui para Belgrado. Negocié solo, apenas me entendía con el jugador, pero confió en mí y creo que no se ha arrepentido. Nosotros tampoco, desde luego. Mantenerlo aquí será buena señal».
«El Racing siempre fue vendedor, pero si hacemos las cosas bien, eso se acabará», afirma un presidente que en su plan de potenciación se ha fijado recuperar a algunos futbolistas cántabros ilustres, como Helguera y De la Peña: «Helguera era nuestro 15 minutos antes del cierre del plazo en agosto y todo se rompió al final. Pero no nos cerraremos en banda con los cántabros. Para crecer, el Racing está abierto a todo».
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