Benítez, Mourinho, Ronaldo... o Arsene Wenger. El salto se produjo hace años, cuando entrenadores como el del Arsenal aportaron estilos de juego distintos, dietas adecuadas y planes físicos más apropiados. También llegó el talento de la mano del dinero. Los millones de libras de Roman Abramovich quebraron el dominio del Manchester y enseñaron a todos los clubes que si quieren ganar, hay que gastar en figuras. La competitividad que luce el Chelsea es propiedad de Mourinho, como la eficacia del Liverpool proviene de la inteligencia de Benítez, pero el punto de calidad, lo que marca la diferencia, viene de la capacidad para comprar o conservar figuras, artistas como Cristiano Ronaldo.

Lo de este chico asusta hasta a los profesionales. Precisamente esta semana, hablaba con compañeros de mi equipo sobre el estado de forma del extremo portugués. Me decían que en los últimos 10 años no habían visto a otro jugador tan sobrado como él en el césped. Se atreve con todo, es vertical, la busca, te marea, rompe con valentía... Entiendo que el Manchester haya hecho un enorme esfuerzo por renovarle. Yo aplaudo la noticia porque es muy bueno para la Premier que futbolistas de este calibre sigan por aquí.

Una liga potente nos beneficia a todos y da valor a los resultados que consigamos. Por eso espero que mañana ganemos al Charlton y sigamos aspirando a entrar en la UEFA. También para dar una alegría a nuestros hinchas, después de una dura semana para ellos. ¿Por qué? Por las sonrisas del Liverpool. Cosas de la rivalidad.

Mikel Arteta es jugador del Everton.