El Mundial de Superbikes celebra su vigésimo aniversario con una polémica surgida entre las marcas de motocicletas representadas. En este competitivo certamen, que este fin de semana se da cita en el circuito valenciano de Cheste, se lucha por conseguir un título para una marca y un modelo determinado de la misma. Ahí radica el problema.
La italiana Ducati compite con el modelo 999, una moto que ya no fabrica, mientras que en los concesionarios de todo el mundo vende máquinas de mayor cilindrada y, de momento, no permitidas en superbikes, donde se utilizan motores de menos de 1.000 cc. Por ello, Ducati ha decidido ponerse en contacto con la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) para comunicarle que la próxima temporada quiere competir con sus motocicletas de 1.200 cc. Los japoneses de Suzuki no se han callado y han amenazado a la FIM con abandonar el Mundial si permite a Ducati sus pretensiones.
Rubén Xaus, que afronta su sexta temporada en superbikes, quita peso a la polémica. «Estoy aquí para hacerlo lo mejor posible con la 999 y el tema de la 1.200 a mí me toca de lejos, pero seguro que se soluciona rápidamente porque Ducati quiere seguir aquí y en las mejores condiciones, sin molestar a las marcas japonesas», explica el piloto español que, con una Ducati 999 con especificaciones del año pasado, realizó ayer una increíble proeza al dominar los entrenamientos hasta pocas vueltas antes del final, cuando fue relegado a la segunda posición por Troy Bayliss, con una Ducati 999 pero versión de este año.
No estaba previsto que el piloto australiano tomara parte en la prueba de Valencia, todavía convaleciente tras su caída en la pasada carrera en el circuito británico de Donington Park, tras la que le tuvieron que amputar dos falanges del dedo meñique de su mano derecha.
«En una vuelta no creo que tenga problemas con la reciente amputación, pero en la carrera me imagino que no podrá aguantar nuestro ritmo. Hay que tener en cuenta que tiene una mentalidad australiana [sufrimiento sin quejas] y éste es su circuito talismán en el que ha ganado casi siempre», explica Xaus sobre el vigente campeón del mundo de la especialidad.
El piloto español de Ducati se muestra muy motivado de cara a la carrera. «Hace un mes estuvimos en este circuito haciendo unos tests de los que salimos muy contentos y nos sirvieron de mucho. De hecho, hemos estado a punto de hacer la pole; Bayliss solamente nos ha sacado cuatro centésimas por la diferencia de moto que llevamos», explicó para señalar cuáles son las disparidades entre su máquina y la del australiano. «Nosotros somos un equipo privado y no disponemos del mismo material de fábrica. Con la electrónica que utilizan las Ducati oficiales se puede regular toda la cartografía del motor, marcha por marcha, a la hora de reducir en las curvas. Nosotros hacemos una fija para todas ellas, con lo cual esa pequeña diferencia que nos sacan debe estar ahí. Además, me ha estorbado otro piloto en mi vuelta buena».
Con su novena posición de ayer, Fonsi Nieto se mostraba bastante decepcionado. «Tenemos la misma moto del año pasado y no vamos a tener muchas evoluciones el resto de la temporada. Kawasaki ya está trabajando en la moto del año que viene y, además, no somos oficiales. Nosotros recibimos a principios de año las motos de serie, incluso con espejos retrovisores, y en los talleres que tiene el equipo en Italia comenzamos el desarrollo por nuestra cuenta», explica el otro español inmerso en el Mundial.
Ni los problemas de Bayliss con su dedo meñique, le detienen. A la hora de dar gas en la pista, estos hombres se convierten en auténticas máquinas. «El nacimiento de mi hija me ha afectado positivamente. Ahora mismo estoy mucho más tranquilo, mi foco y mi núcleo es mi familia. Es mi afición y mi trabajo, el día que no me lo pase bien lo dejaré. La gente dice: 'Tienes un hijo y vas un segundo más lento'. Fíjate en Bayliss, que tiene tres», comenta Xaus.