Vuelven las pateras y los cayucos. Tras un primer trimestre relativamente tranquilo, las islas Canarias han recibido 246 inmigrantes en las últimas 48 horas, tras la llegada de la primavera y el aumento de la temperatura de las aguas del Atlántico
En la actualidad, las mafias han diversificado su modus operandi y ahora utilizan tres tipos de embarcaciones: las pateras que salen desde las costas del Sáhara Occidental; los cayucos -de mayor tamaño- que parten desde el litoral de Mauritania y de Senegal, y los barcos pesqueros, con base en Guinea-Conakry, que pretenden alcanzar el archipiélago cargados de inmigrantes de origen asiático.
El buen tiempo y los vientos alisios de nordeste favorecen la llegada de inmigrantes irregulares desde las costas africanas hasta el archipiélago canario. Tanto Salvamento Marítimo como la Guardia Civil y los Servicios de Emergencia de la comunidad autónoma están en alerta porque la presencia de 246 irregulares a bordo de cuatro pateras y dos cayucos no es mera casualidad.
Un total de 193 sin papeles llegaron ayer al archipiélago, de los que 81 arribaron por la mañana al muelle de Los Cristianos de Tenerife y 112 lo hicieron, en la madrugada del viernes, a la isla de La Gomera. El jueves, otros 53 inmigrantes irregulares fueron interceptados a bordo de cuatro pateras, tres de ellas alcanzaron las costas sin ser detectadas por los radares móviles.
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) ha sido la primera en dar la voz de alarma y su director, Brunson McKinley, ya advirtió que la llegada de pateras durante los meses de verano se incrementará «de forma considerable».
La OIM también alertó sobre el fenómeno de los barcos negreros y avisó de que este verano muchos inmigrantes intentarán llegar a las costas españolas en barco, por lo que, los gobiernos europeos «necesitan y deben aprender a solucionar» estas situaciones cuanto antes.
El Ejecutivo español ya ha tenido dos sustos con los buques Marine 1 y Happy Day, aunque ninguno de ellos logró sus objetivos.
Sin embargo, el delegado del Gobierno en Canarias, José Segura, quiso matizar que nadie puede determinar si las llegadas de cayucos y pateras de los dos últimos días «son casos puntuales o un repunte del fenómeno». Segura afirmó que los avances tecnológicos, de vigilancia por satélite, y el despliegue de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) en aguas africanas son pasos decisivos para «la lucha contra el tráfico ilegal de personas».
Por el momento, los datos de 2007 son bastante más halagüeños que los de 2006, annus horribilis en el que se batieron todos los records de llegadas de irregulares por mar, con más de 31.000. Si en el primer trimestre del año pasado, 3.910 sin papeles alcanzaron las costas españolas, en el mismo periodo de 2007 sólo lo han logrado 1.528.
Las pateras, que en los últimos tiempos habían caído en desuso, están volviendo a ser utilizadas por las mafias que trafican con seres humanos. Estas redes ilegales también hacen distinciones entre los inmigrantes, según provengan de Marruecos o del Africa subsahariana. Aunque parezca sorprendente, en la inmigración ilegal también hay clases.
«Los inmigrantes marroquíes que han llegado a Canarias este año van equipados con chalecos salvavidas y están bien pertrechados, mientras que los subsaharianos son tratados de forma distinta por las mafias, ya que llegan sin alimentos sin agua y sin medio de protección alguno, en previsión de un vuelco de la embarcación», comentó un miembro de Protección Civil.
En ocasiones, el trato una vez alcanzan la costa canaria conlleva también problemas por la falta de previsión, como sucedió con los últimos 112 indocumentados que arribaron a La Gomera. Los subsaharianos tuvieron que pasar la noche en dos carpas habilitadas de emergencia, ante la inexistencia de unas dependencias para la acogida de irregulares en esta isla. Los africanos relataron haber realizado una travesía durante 10 días.