COTE VILLAR
La morena exuberante vestida con un traje de noche marrón oscuro es una de las muñecas más especiales de la muestra. Metida dentro de su vitrina, no es la maniquí con el vestido más llamativo, ni la que luce joyas más espectaculares. Tampoco tiene el rostro de una estrella de cine, como sus compañeras de un poco más a la derecha. Pero el plástico que recubre su hermosa estructura desprende un profundo olor a cacao. Es la Barbie Chocolate.
Esta apetecible muñeca es una de las protagonistas de Barbie, 50 años de moda, una exposición que se puede ver hasta el 19 de mayo en la octava planta de El Corte Inglés de Callao. Más de 150 maniquíes procedentes de ediciones limitadas que repasan la historia de la moda y del cine del siglo pasado. Son propiedad de uno de los pocos coleccionistas españoles que se han dedicado a este campo, un treintañero granadino que trabaja en los grandes almacenes.
«Me regalaron la primera Barbie hace una década, por mi cumpleaños», explicó ayer el coleccionista, Manuel Segura. «Después me fui metiendo en este mundo casi sin darme cuenta». Ahora tiene dos centenares de muñecas -no todas expuestas- procedentes de distintas partes del mundo. Algunas han sido adquiridas a través de Internet, otras por subastas, regalos, compras directas... en total, dos centenares de piezas exclusivas. «Todas pertenecen a ediciones limitadas. De algunas sólo hay 999 ejemplares en todo el mundo», comenta, aunque se resiste a concretar y elegir una con la varita del favoritismo. «Me gusta mucho Cleopatra, la de Cher me ha costado encontrarla, la reina Isabel está muy conseguida... pero la verdad es que todas tienen algo que las hace únicas».
Un recorrido por la exposición confirma este presupuesto. La muestra está estructurada en tres apartados: el primero recorre la historia del traje pasando por épocas históricas como el Renacimiento o el Barroco; el segundo lo forman las Barbies vestidas por grandes diseñadores, y el tercero está consagrado al cine y la televisión. «La idea que la gente tiene de esta muñeca es la de una rubia de plástico con el pelo largo, pero estas muñecas son mucho más, son joyas». De hecho, la mayor parte son morenas, y en ellas se puede apreciar el cambio físico experimentado por las maniquíes a lo largo del tiempo. Desde una reproducción de la primera Barbie -la muñeca salió al mercado en 1959-, estéticamente más plana, a las modernas muñecas que gozan de labios más gruesos, menos curvas, mechas en el pelo y un rostro actual, echar un vistazo a la muestra es ojear también la evolución de los gustos femeninos del último siglo.
Y es que estas Barbies-joya no son cualquier cosa. Todos los detalles están cuidados hasta el paroxismo. Los cristales de los vestidos son de la firma Swarovski; las maniquíes que simulan a las top models son más altas, tienen la clavícula y los huesos de la cara más formados; las novias llevan bajo sus vestidos ligas y lazos azules para no obviar la tradición, sin olvidarse, por supuesto, de su diamante de pedida. «Cuando un gran diseñador viste a una Barbie se ocupa de todo: maquillaje, peinado y traje. Y la ropa viene son su minúscula etiqueta de Ralph Lauren o Armani, como un traje normal».
Las grandes estrellas del cine, como Elizabeth Taylor, Audrey Hepburn, Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó (con dos fantásticas reproducciones) o Ginger y Fred comparten espacio con las ediciones especiales fabricadas para grandes almacenes como Macy's o Bloomingdale's. Por cierto, que también El Corte Inglés quiere la suya, y ya está en conversaciones con Mattel para producir una edición limitada de Barbies con la famosa bolsa del triángulo verde.
Barbie, 50 años de moda.
Hasta el 19 de mayo en El Corte Inglés de Callao.
|