SIDNEY.-
Vetar la entrada en el país a los inmigrantes seropositivos. Ésa es la idea que defendió ayer John Howard, primer ministro australiano, durante una entrevista en la emisora Southern Cross Radio, según informó Europa Press.
«Puede haber algunas consideraciones humanitarias que podrían atemperar esta medida en algunos casos, pero de primeras, no», afirmó Howard. Estas declaraciones fueron su respuesta a un estudio realizado por el Ministerio de Sanidad de la región de Victoria que revela un aumento del número de personas contagiadas con el virus VIH que están entrando en esa zona.
La normativa actual, según el Ministerio de Inmigración, obliga a los solicitantes de un visado de residencia a que se sometan a un análisis para determinar si tienen sida. Estar contagiado no supone necesariamente una negativa en el visado. Lo importante es «el coste de esta situación sanitaria para el sistema de Salud de Australia», puntualizó el Ministerio.
Pero Howard se mostró ayer dispuesto a modificar la legislación: «Sé que el ministro de Sanidad [Tony Abbott] está examinando el modo de endurecer las cosas».
Las reacciones de las asociaciones de enfermos de sida no se hicieron esperar. La cadena BBC informó que la UK's National Aids Trust había calificado las declaraciones de «ilegales, discriminatorias e ineficaces».
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