ISABEL SAN SEBASTIAN
Como bien dice mi colega Guillermo, al paso que vamos pronto tendré que pedir perdón por utilizar el apellido que siempre he llevado con orgullo y que antes que yo llevó mi padre, representando a España por todo el mundo, como lo había hecho mi abuelo, eminente cirujano y republicano coherente, tanto en la presidencia de la Sociedad El Sitio de Bilbao como en la plaza de toros de Vista Alegre o en las cárceles de Franco.
Tendré que disculparme por ser vasca y como tal enemiga de un nacionalismo etnicista, arcaico, excluyente y cómplice del terrorismo etarra. Tendré que apostatar, como ya han hecho algunos, de las convicciones que me han llevado a combatir con toda la fuerza de la pluma y la palabra la violencia intimidatoria de los patriotas del tiro en la nuca, para abrazar ese diálogo cuya premisa se basa en la consideración de que el interlocutor, es decir ETA-Batasuna, tiene parte de la razón, como nos recuerda Patxi López.
Al paso que vamos me veré obligada a suplicar la benevolencia de Odón Elorza por firmar, con el nombre de la ciudad que gobierna, artículos que llaman a la resistencia ciudadana frente al terror... y también por tener memoria. Por recordar nítidamente el tiempo en que él instaba a las gentes decentes a no comprar en los establecimientos de los comerciantes afines a HB, se enfrentaba a los matones con valentía y concedía entrevistas a quien suscribe para regalarle los oídos con palabras impregnadas de coraje democrático.
Luego el miedo hizo su trabajo silencioso, oscuro, de zapa implacable de aquellos bellos principios, a la vez que la ambición iba tomando el lugar de los buenos propósitos. Y en eso estamos. Una decepción, como tantas otras, aunque no tan grande como la de Carlos Totorica, alcalde de Ermua, que se ha subido al carro de los talantosos con tal de seguir en el machito.
¡Qué lástima! ¡Qué humillación, rebajarse a pedir a un compañero como Antonio Aguirre (el de la patada en los huevos) que no manche el buen nombre de Ermua con su actitud gallarda, con tal de permanecer en las listas que confecciona Pepiño! ¿Es consciente Totorica de las lecciones magistrales de democracia que podría darle Vidal de Nicolás, fundador de ese Foro que ennoblece con su existencia y actuación a la pequeña villa vizcaína?
La línea que nos separa a unos de otros sigue siendo la misma, aunque algunos la crucen en busca de sabe Dios qué impunidades. En el lado de los amenazados se está más solo, pero la compañía es mejor. Aquí Ermua es sinónimo de dignidad y San Sebastián intenta serlo.
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