Jordi Portabella.- Barcelona se ha consolidado como una ciudad destacada internacionalmente. Las cosas importantes que se hacen en el mundo quieren presentarse aquí. La síntesis de Barcelona es que tiene un gran pasado y un excelente futuro; los puede compaginar y por eso es una ciudad reconocida a nivel internacional.El éxito de Barcelona ya no pasa por su vinculación a un gran evento. Pero ese éxito acarrea ventajas e inconvenientes: nunca había habido tanto empleo, pero también es verdad que nunca había habido tanta presión sobre la vía pública, porque suceden muchas cosas.

A.S.- ¿Cómo interpreta el relevo de Joan Clos por Joan Hereu?

J.P.- Tanto Hereu como Clos vienen precedidos por el eje de partido y, por tanto, no hay ninguna gran diferencia. Predomina el eje de partido frente al de las preferencias personales.

Silvia Taulés.- ¿Cómo es su la relación con Jordi Hereu? ¿Y qué opina de que el alcalde presente actos de sus áreas de responsabilidad cuando usted está fuera de la ciudad?

J.P.- En esta vida todo se puede mejorar y nuestra relación es uno de esos elementos mejorables. El respeto al trabajo realizado es clave para el entendimiento entre las distintas fuerzas políticas.

S.T.- Pero, ¿han tenido que limar sus relaciones para llegar a las elecciones sin un tripartito dañado?

J.P- No es para tanto, pero se ha de tener mucho más cuidado con esas cosas. Sólo el ímpetu de quien acaba de llegar puede argumentar casos como esos. Eso sí, sólo por un tiempo muy corto.

Leonor Mayor.- ¿Se llevaba mejor con Joan Clos?

J.P.- Pido respeto a mi trabajo.

Ferran Boiza.- CiU asegura que ERC ha mantenido contactos con ellos que permitirían hacer alcalde a Xavier Trias tras las elecciones.¿Estarían dispuestos?

J.P.- Espero que la persona con quien se han visto sea de mi confianza. Sólo me posiciono sobre opciones en firme. Y no nos hemos visto con Trias.

F.B.- Pero entonces, ¿no han mantenido ningún tipo de aproximación?

J.P.- Quiero ser cordial con mis adversarios. Pero no nos hemos reunido, no hemos mantenido ningún tipo de contacto, no se ha hecho ninguna propuesta de futuro sobre ERC. No. No nos hemos visto.

A.S.- El que ahora se acaba también ha sido el mandato durante el que se hundió el túnel del metro en El Carmel.

J.P.- El Ayuntamiento no tiene ninguna responsabilidad sobre el Carmel. Nuestra implicación en este caso es sobre los damnificados.Ni hacemos la obra ni tenemos capacidad de incidir sobre ella.

F.B.- Pero, pese a ello, tanto el alcalde Clos como Imma Mayol fueron al Carmel. Y a usted no se le vio. ¿Por qué?

J.P.- Yo fui allí cada día. Pero cada uno dota de la espectacularidad que cree oportuna a sus actuaciones. Yo abrí la calle Llobregós para que el mercado, que no cerró nunca, pudiera trabajar; y los comerciantes han tenido en todo momento el apoyo del Ayuntamiento.Llegue a participar a pelo en asambleas con los comerciantes en el pabellón de El Carmel. Y salió bien. Así que yo hice mi trabajo. Además, Imma Mayol necesitaba más visualización porque el distrito está gobernado por Iniciativa. Lo importante es hacer el trabajo; ésa es mi premisa. Yo me dedico a resolver problemas, a veces digo que soy El Ecualizador, como aquella serie de TV3.

A.S.- ¿Cree que la crisis del Carmel puede afectar en las elecciones municipales?

J.P.- Creo que este tipo de cosas afectan, pero de una forma difusa. Cuando se produce un cambio en la figura en que se visualiza la responsabilidad municipal, este elemento que podría afectar desaparece. Así, creo que no inicidirá en el resultado del 27 de mayo.

L. M.- Y, ¿el pacto de Esquerra con el PSC de José Montilla puede pasar factura sobre su electorado en Barcelona?

J.P.- El voto en una gran ciudad se compone de diferentes elementos: de la imagen del partido, de la actividad que desarrolla en la ciudad y de la figura de candidato. La suma de estos tres factores hace que nuestra candidatura pase por un buen momento. Hay una buena valoración del trabajo de ERC en Barcelona.

F.B.- Pero sí que pueden afectar algunas declaraciones o propuestas de ERC a partidos de la oposición.

J.P.- No lo sé. ¿Afecta más una declaración de Vendrell o de Imma Mayol? Este dilema puede abrir un debate. O, ¿afecta más una calçotada o un antisistema? La verdad es que no lo sé.

S.T.- El precio de la vivienda provoca que la gente se tenga que ir de la ciudad al no poder pagarla.

J.P.- No sólo por la vivienda: Barcelona se ha convertido en una ciudad cara. Y ésa es una opinión personal que dudo mucho de que mis socios de gobierno compartan. El suelo de la ciudad es muy escaso, y cualquier operación sale cara. Necesitamos regularizar el área metropolitana, porque es preciso multiplicar por seis la zona. Una ciudad normal necesita los 600 kilómetros cuadrados que ocupan Barcelona y los 32 municipios de su área metropolitana.Necesitamos tener área metropolitana para extender la riqueza que emana la capital y, a la vez, para poder tratar como capital un territorio suficientemente grande como para que la superficie no sea una limitación. Debemos tener en cuenta que la globalización sale cara, porque siempre hay alguien en algún lugar del mundo dispuesto a pagar lo que los propios ciudadanos no pueden asumir en Barcelona. La demanda se ha globalizado.

Núria Cuadrado.- Acusan al Gobierno municipal de haber fabricado una ciudad de escaparate, con más reclamo para el turismo que para los propios ciudadanos.

J.P.- Estoy en total desacuerdo. El turismo no es el sector que más aporta a la economía de la ciudad. El 80% de ésta la aportan los servicios y un 20%, la industria. Es una distribución anormal entre las grandes urbes europeas, con la única excepción de Fráncfort.En ese 80% tienen más peso la construcción, la alimentación y el comercio que el turismo. Somos la única ciudad con perfil industrial. Así que el turismo no ha sustituido a ningún otro sector económico, sino que ha ganado peso en un proceso adicional.

L.M.- Pero, al final, está consolidándose un turismo barato.

J.P.- La calidad del turismo se basa en la categoría humana y no en el dinero que se gasta. Pero si hacemos una valoración económica, Barcelona es la primera ciudad española, por delante de Málaga y Madrid. Tenemos un turismo que genera un gasto enorme.La realidad es que hay personas cutres que gastan mucho dinero y mochileros muy dignos. El 65% de las entradas que se venden en nuestros museos las compran turistas. El equipamiento más visitado de España es la Sagrada Família, junto a la Alhambra de Granada. Nos encontramos con que el Museo del Barça no es el más visitado, que eso es una leyenda urbana. Estamos encarando bien el turismo, pero tenemos que apostar por un turismo de valor añadido, con circuitos creativos y culturales, y por desestacionalizar el turismo, algo que ya hemos empezado a hacer a través de los congresos y las convenciones. Una vez consigamos eso, los empleos temporales se podrán convertir en fijos y generarán riqueza.Barcelona es una ciudad del Primer Mundo y se tiene que especializar en el conocimiento. Y nuestro ultimo objetivo debe ser la descentralización; tenemos que aspirar a llevar turismo a todos los distritos de la ciudad.

Dani Cordero.- Desde el Estado se apoya que los municipios ganen corresponsabilidad e impulsen nuevos tributos para financiarse.¿Cree que Barcelona tiene margen para hacerlo? Usted propuso crear una ecotasa para aplicar al turismo que acabó en la nada, ¿se mantiene en su idea?

J.P.- No preveo que haya nuevos impuestos o tributos vinculados a la ciudadanía. De todas maneras, la parte de nuestros tributos que corresponde a la ciudad representa un porcentaje muy pequeño respecto al total, porque tres cuartas partes de nuestra constribución acaba en las arcas del Estado. Y nosotros no pondremos ninguna figura impositiva a un sector sin un acuerdo con ellos. No obstante, se tiene que hacer una reflexión en torno a los temas ambientales, y una reflexión seria. Porque el cambio climático afectará al PIB y, de momento, la gente mira hacia otro lado.

Rafael Vallbona.- En los últimos 8 años, mientras que ERC e ICV han entendido que la ciudad se ha transformado en un ente complejo, el PSC continúa aplicando una metodología política completamente antigua, que caducó después de 1992; hablo de la Ordenanza Cívica o de la política de urbanismo. Ustedes intentan aplicar un discurso nuevo, pero quien tiene la sartén por el mango es el PSC.

J.P.- La frescura de un partido que hace 8 años que está en el Gobierno, como es ERC, se traduce en planteamientos contemporáneos sin vicios del pasado. Intentamos introducir elementos más contemporáneos que se incorporan también a la parte de gestión. Existen bastantes elementos de proximidad, de participación ciudadana, que se podrían plantear mejor sólo con una actitud diferente. Desde ERC, aportamos la valentía de debatir nuestros proyectos sin miedo a que se modifiquen durante la discusión. Pero los partidos del gobierno municipal tenemos que debatir en el lugar donde se tiene que debatir, donde nosotros a menudo ya hemos manifestado nuestra discrepancia, que es la comisión de Gobierno. Y todo esto está muy relacionado con todo el proceso urbanístico que se ha producido en los últimos años. Tenemos que hacer una ciudad policéntrica, compacta, continua y relativamente densa. Algunos experimentos, como Diagonal Mar, rompen ese modelo tan mediterráneo que nosotros intentamos defender. Además, creo que en este momento tenemos que ser capaces de liderar internacionalmente la creación de barrios ecológicos con la creación de los dos nuevos barrios en la Zona Franca y el Bon Pastor. Se trata de hacer barrios que incluyan su sostenibilidad en su ADN. Los dos componentes más importantes en el futuro inmediato son la inmigración, porque la gente es lo más importante de una ciudad, y el cambio climático y la sostenibilidad del sistema, el reto más importante de la sociedad humana. Y eso no se puede restringir a Cataluña.

R.V.- Sí, pero ¿cómo hacer que los socios mayoritarios de Gobierno vayan hacia las posiciones de Esquerra, más allá de la comisión de Gobierno?

J.P.- Yo priorizo la efectividad. Y es en esa comisión de Gobierno donde valen los votos para sacar adelante los proyectos. Allí has de marcar, y no mediáticamente. El plan de las Glòries se ha paralizado medio año y todo el mundo sabe el porqué.

R.V.- Pero, a veces, aunque ustedes crean que lo van a arreglar con sus votos, el tiempo pasa y el problema no se soluciona en esa Comisión de Gobierno.

J.P.- Sí ERC es necesaria y suficiente, yo pediré la alcaldía.Y si conseguimos seis concejales [lo que supondría ganar uno, porque ERC cuenta actualmente con cinco], somos suficientes.

A.S.- Usted ha sostenido que no quiere hablar de guetos en la ciudad, pero es complicado, porque ya los tenemos.

J.P.- Hay que seguir una estrategia para evitar la concentración étnica en la ciudad. Somos una ciudad de acogida y damos la bienvenida a los inmigrantes, pero se tienen que distribuir por todo el territorio y no concentrarse en espacios pequeños.

J.G.- ¿Y cómo se consigue?

J.P.- Hay instrumentos. Como la escuela. Las concertadas se tienen que implicar y se tiene que pensar que a partir de un momento, un grupo de chicos y chicas no irá a la escuela más cercana sino a la segunda más cercana. Ese es un elemento. Otro que no haya concentración de procedencias: hay que permitir que tengan paradas en los mercados. Estamos en la primera generación de la inmigración y los problemas surgen en la segunda o tercera generación.

DENUNCIA QUE EL DEBATE TAURINO ARRINCONA EL FUTURO DE LOS ENCANTES

«Las instituciones y el dinero privado pueden generar una nueva Renaixença»

Joan García.- ¿Está satisfecho con la cultura museística de la ciudad?

J.P.- El nivel museístico de la ciudad es suficientemente bueno, aunque mejorable. Creo que hay algunos museos que tienen menos protagonismo del que deberían tener, como el Mnac. El Macba se ha hecho un agujero donde es más difícil hacérserlo, que es la contemporaneidad en estado puro. Pero encuentro a faltar alguna sala que exponga el último grito. Es un papel que hace el CCCB...

Iván Tubau.- Y la Fundación Tàpies.

J.P.- La Fundación Tàpies...

N.C.- El Centre d'Art Santa Mònica...

J.P.- Sí, lo hacen un poco. Pero falta un lugar identificable, de solera. No hay un lugar de referencia, como en otras ciudades.

I.T.- ¿Falta un Guggenheim?

J.P.- No, no estoy hablando de la constitución de un nuevo museo, sino de una sala que se identifique con exposiciones más contemporáneas.

N.C.- Se dice que si hay otro tripartito Jordi Portabella pedirá la Concejalía de Cultura.

J.P.- A mí siempre me lo adjudican todo. Pero cualquier negociación está supeditada a los resultados que uno obtiene. Yo tengo interés en muchas cosas. Pero no he pedido nada. De todas maneras, permítanme que haga una reflexión: creo que actualmente existen las circunstancias para que en Barcelona y en Cataluña se produzca una nueva Renaixença cultural, porque hace más de una década que nuestros empresarios están ganado dinero y personas procedentes de muchos y diversos lugares vienen aquí con su bagaje personal. Y creo que, además, tenemos ahora una muy buena predisposición por parte de la Generalitat.La combinación de las instituciones, el dinero acumulado por los empresarios y la llegada de gente de todo el mundo plantea la posibilidad de tener una nueva Renaixença.

J.G.- ¿Son correctas las subvenciones a los museos? ¿Se tienen que cambiar?

J.P.- Yo creo que tienen que concederse en función de una situación de temporalidad y de la realización de un evento que precise de ayuda pública. Se tendría que cambiar la relación entre la Administración pública y la privada.

S.T.- ¿Cómo puede ser que en una ciudad que se declara antitaurina se vendan todas las entradas para una corrida con José Tomás en sólo dos horas?

J.P.- En Barcelona se se ha reducido a la mitad el número de corridas, aunque eso haya pasado desapercibido. El tema de los toros está mediatizado de tal forma que es muy difícil saber cuál es la realidad. La verdad es que las corridas de toros pierden dinero, que sólo excepcionalmente el público supera los dos tercios del aforo de la plaza y que en Barcelona sólo hay 200 abonados.

N.C.- Y, ¿por qué una nueva empresa quiere gestionar la plaza de toros?

J.P.- Quizás porque la empresa que la gestionaba ya no la quería gestionar.

N.C.- Pero, ¿por qué alguien se interesa en gestionarla si no es para ganar dinero?

J.P.- Quizás porque los que la gestionaban ahora se la han dado a una familia con quien mantenían una intensa relación.

S.T.- Así la idea de trasladarlos Encantes a la Monumental continúa pese al éxito de José Tomás.

J.P.- Claro. Sería como pedirme que descartara la ampliación de la Boqueria porque detrás hay una plaza de toros. El debate no es toros sí o toros no, sino dónde van los Encantes. Desde las frecuentes columnas taurinófilas se ha acabado confundiendo la realidad, de forma intencionada. Cuando termine la temporada taurina ya hablaremos. La plaza de la Monumental no estaba en el proyecto de las Glòries y se ha incluido en el último momento.Yo resuelvo un tema que acumula dos fiascos: haber querido llevar a los comerciantes a la Vall d'Hebrón y al centro del anillo de les Glòries. Cómo es que nadie se preocupa de las 400 familias que trabajan allí y que todo se polariza con los toros.