BARCELONA.-
Era un acto oficial y programado en el que nada debía de haber salido del protocolo. Pero uno de los asistentes sufrió un percance y todo se torció. Y como en tantas películas, alguien gritó aquello de «¿hay un médico en la sala?» a lo que sólo una persona respondió afirmativamente: Montserrat Tura, consellera de Justícia de la Generalitat, alzó la mano y se apresuró a ayudar al afectado ejerciendo así de médico, su anterior ocupación.
El suceso tuvo lugar en el parador de Vic-Sau, en la comarca de Osona, donde se celebraba un acto, al que acudieron unas 220 personas, organizado por el Consorcio Forestal. Esta entidad hizo entrega de la insignia de socio honorífico a la consellera de Justicia y al abogado Ignasi de Ribot.
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