A. LUCAS
MOHAMED ALI
Buen gesto. Están por ahí abajo dopándose de nuevo con dinamita. Los iluminados radicales del islam se aprietan el cinturón primavera/verano con mecha. Pero a la vez salta una noticia que demuestra que hay otros modos de hacer política más sanos, presuntamente. Mohamed Alí, presidente de Unión Democrática Ceutí, musulmán de los de tomarse un níspero mirando a la Meca -y media azumbre de vino en el anonimato de Gibraltar- ha incluido en la lista a tres mujeres en los cinco primeros puestos de la candidatura de su partido islámico a las elecciones del 27M. Es un apoyo en la lucha de algunas mujeres coraje contra la tiranía de su religión, de su país, de su casa a oscuras
La victoria. Por la apuesta de renovación de tanta costumbre absurda. Suerte.
PAUL 'GOLFOWITZ'
«Lo que diga mi señora». El presidente del Banco Mundial, algo así como el Bill Gates del papel timbrado, se lució ante el mundo con un boquete en el calcetín y ahora vuelve a dejarse ver con un boquete en el currículo y un arañazo en el corazón. Así, sin contar con nadie, tomó a la novieta de la mano y en vez de un despacho le puso un adosado para despachar, le subió el sueldo y se le fue la mano. Así que ahora la periquita que escupe en el peine de Golfowitz cada mañana para que la raya del pelo quede bien fijada cobra más que Condolezza Rice, con dos cojones.
La derrota. El nepotismo de este hombre es un gesto de pasión. Y como todo amor fou tiene al final una corruptela, una dioptría de más, un beso caro.
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