El Betis desespera / EL MUNDO

SEVILLA.- Patético Betis. Una semana más, sin futbol, sin tensión, sin ideas. El equipo de Luis Fernández se está empeñando jornada a jornada en complicarse la permanencia en Primera División. Lo preocupante es que su imagen comienza a ser penosa, transmitiendo una gran desesperación en las gradas del Olímpico que acabó el encuentro gritando al unísono «Lopera, vete ya». Una rácana Real Sociedad, que no conocía el triunfo lejos de Anoeta esta campaña, sacó tajada de tanta parsimonia verdiblanca y de la horrible noche que tuvo un Robert excesivamente errático y lento.

El Betis no puede vivir siempre de los malos resultados de sus rivales directos para asegurarse la permanencia, aunque se sigue empeñando en hacerlo. Eso dice mucho del pobre nivel futbolístico de una plantilla desatada por las ilusiones cuando llegó Luis Fernández y ahora encasillada por los pocos recursos tácticos que pone en práctica y por su inseguridad defensiva.

Como siempre, el showman Luis Fernández dio un vuelco a la alineación. Después de mucho tiempo, optó por Dani y Robert arriba. El canterano incomprendido y el brasileño salvador, dos flechas para aprovechar la lentitud de los centrales realistas: Ansotegi y Víctor López. Por detrás, Fernando, Capi y Caffa, una apuesta ofensiva para romper la inercia de empates.

El Betis comenzó dando el balón a los donostiarras. La idea de inicio era soprender por velocidad. Pero el dibujo que el técnico de Tarifa dispuso sobre el terreno del destierro no dio sus frutos. La Real, con muchas ganas pero con poca calidad, tampoco se desmelenó. Controló el balón, pero sus recursos ofensivos se limitaron a colgar balones al sempiterno Kovacevic.

La Real es el peor equipo de Primera fuera de casa. Triste es que no haya ganado todavía un sólo encuentro lejos de Anoeta. Miguel Angel Lotina, el salvador que llevó a la gloria al Celta, veía cómo los recursos de los suyos seguían siendo balones sin peligro colgados a los dominios de Doblas.

Pero el jarro de agua fría surgió cuando nadie lo esperaba. El Betis estuvo cerca de marcar, pero fue Garrido, desde casi 30 metros, quien sorprendió a Doblas con un libre directo. Quedaba una hora, pero el Betis ni apareció.

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