Bullock prolonga la fiesta europea / EL MUNDO

Estadística: Tiros de dos: 18/35 (51%)-20/40 (50%). Triples: 7/22 (31%)-4/17 (23%). Tiros libres: 21/22 (95%)-14/23 (60%). Rebotes: 32 (23+9)-25 (19-16). Asistencias: 13-8. Pérdidas: 11-15.

MADRID.- Fue una resaca dura, pero al final la fiesta pudo continuar gracias a que Louis Bullock se mantuvo sereno y efectivo. El Real Madrid sudó de lo lindo ante el aguerrido Pamesa en los tres primeros cuartos, aunque finalmente se llevó una victoria que le mantiene en lo alto de la clasificación de la ACB y alarga la alegría del título de la Copa ULEB, conseguido el pasado martes en Charleroi.

Ni siquiera el trofeo europeo desinhibió a los de Joan Plaza, que desarrollaron, en un partido aburrido, un juego encorsetado, sin noticias de aquel de principio de temporada que se espera ahora que el calendario aprieta y se deciden los títulos. Los blancos salieron a verlas venir y les bastó acelerar de vez en cuando en defensa -sobre todo al final del choque- para acabar con un Pamesa que estuvo muy cerca, pero que le faltó lucidez para aguar la fiesta de Vistalegre. Bullock, con un par de triples en el acto definitivo, apuntilló al grupo valenciano, que dejó algunas malas sensaciones en la capital: conjunto sin líder, sin autoestima, incapaz de creer en el triunfo a pesar de tenerlo relativamente a tiro ayer.

En el quinteto de Joan Plaza aparecieron Marko Tomas y Edu Hernández-Sonseca, casi inéditos en la final ante el Lietuvos. Por ahí podía el Pamesa sorprender a los blancos -recibidos con el habitual pasillo y que antes habían ofrecido el trofeo a un Vistalegre con un gran aspecto en las gradas de nuevo- aunque el primer cuarto ya demostró que no iba a ser el encuentro del año.

Defensas. Las defensas se impusieron claramente, hasta tal punto que la primera canasta que no llegó de un lanzamiento lejano la consiguió Miralles en el minuto siete. Ya tenía en esos momentos el Real Madrid sus primeras ventajas (14-7), gracias a la inspiración de Bullock, de largo el mejor ayer, imparable para sus defensores.

En torno a los cinco puntos de ventaja local se mantenía el choque hasta que por fin una cara nueva intentó cambiar el panorama. Víctor Claver tiene 18 años y talento y físico de sobra. La jornada pasada ya avisó: firmó ocho puntos sin fallo para ayudar a la remontada ante el Akasvayu. Ayer no estuvo tan fino, pero demostró que descaro no le falta. Tras un fallo inicial en el lanzamiento, clavó un triple. Poco después, jugando de cuatro pese a que se postula como alero, robó, subió el balón por toda la pista y le entregó una asistencia a Mavrokefalidis que dejó al Pamesa a un punto. Luego le perdió la precipitación, pero hay madera de sobra en el valenciano. La remontada la consumó poco después Avdalovic, que pese a jugar tocado, fue el más inspirado de los naranjas. Un triple de Mumbrú dejó el 34-32 del descanso.

En el arranque del tercer cuarto, el partido se espabiló y pareció que iba a haber emoción. Se mantenía la igualdad gracias al esfuerzo de los de Fotis Katsikaris, que evitaban una y otra vez las peligrosas contras blancas. Pero en dos suspiros se les fueron todas sus opciones. Un mal arranque del acto definitivo condenó a un Pamesa que va a tener que seguir peleando, y mucho, para colarse en la fase final, y que precisamente podría verse las caras con el Real Madrid en la primera ronda. Fue Bullock con dos triples el que enterró las pocas opciones que les quedaban ya a los visitantes, que echaron de menos la clarividencia ofensiva de Dejan Milojevic, nuevamente lesionado. El escolta norteamericano acabó con 23 puntos en 25 minutos, en una actuación de las suyas: determinante y silenciosa. El único blanco que le acompañó en acierto fue el agresivo Mumbrú (13 puntos) ya que Charles Smith, MVP de la final de la ULEB, se dejó la puntería en Bélgica (0/4 en triples).

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