AGUSTIN YANEL
MADRID. - La Comisión Europea ha decidido, a propuesta de Izquierda Unida (IU), pedir explicaciones al Gobierno español para que aclare por qué motivo la Iglesia católica no paga a los ayuntamientos el Impuesto Sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Se trata de comprobar si este privilegio se ajusta a las normas comunitarias sobre las ayudas que puede conceder el Estado.
Willy Meyer, diputado de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, preguntó por este asunto. La comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, le contestó que la exención de este impuesto municipal a la Iglesia católica se aplica «a las actividades puramente religiosas», por lo que no afecta a empresas ni es una ayuda pública ilegal.
Ante esta respuesta, Meyer y el eurodiputado italiano Marco Cappato se mostraron en desacuerdo e insistieron en el asunto. Argumentaron que la Iglesia católica no paga este impuesto por construcciones que son «total y absolutamente ajenas al culto católico» y cuyo objetivo es la recaudación de impuestos.
Entre otros ejemplos, Willy Meyer indicó que la Iglesia no paga ese impuesto por construir colegios, universidades y hospitales privados, ni tampoco cuando hace obras en emisoras de radio privadas.
Tras recibir estos argumentos, la comisaria Kroes ha rectificado su primera decisión y ha acordado pedir a las autoridades españolas a qué actividades de la iglesia católica aplica la exención de este impuesto, según han informado a EL MUNDO fuentes de Izquierda Unida.
El eurodiputado Meyer planteó esta cuestión porque considera que se trata de «una desventaja» para otras empresas no católicas. Esto, en su opinión, es una irregularidad en la competencia y vulnera el derecho comunitario, que establece que las empresas deben competir «sobre la base de sus propios esfuerzos» y no siendo favorecidas por ayudas estatales irregulares.
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