PATRICIA DEL GALLO. Corresponsal
LANGREO (ASTURIAS). - La normalidad ha vuelto poco a poco a la localidad asturiana de Langreo, después de que el pasado viernes por la mañana un incendio en la cinta de goma que transporta el carbón del pozo María Luisa y Sotón se incendiara, provocando una inmensa cortina de humo que obligó a atender por intoxicación a 184 vecinos y al desalojo de más de 700. Según confirmó ayer la empresa estatal Hunosa, la Brigada de Salvamento Minero, después de trabajar durante toda la noche, ha logrado «controlar» y «casi extinguir» el incendio. Por ello, y debido a que la situación «parece controlada» y a que las mediciones atestiguan que las emisiones de monóxido de carbono han concluido, el Principado dio por finalizada ayer por la mañana la crisis de emergencia, que llegó a elevarse hasta el nivel 2. Sin embargo, han decidido mantener un retén de vigilancia en la zona por si fuera necesario.
El descenso de las emanaciones de humo, la mejoría en las condiciones meteorológicas, gracias al viento que lo alejó de la zona urbana, y los resultados de las mediciones de gases permitieron que todos los vecinos desalojados fueran regresando a sus casas a lo largo del día, en compañía de un miembro de los bomberos y de las fuerzas de seguridad, para comprobar los niveles de monóxido de carbono en los hogares.
También se comprobarán, según aseguró la Consejería de Seguridad Pública, los productos de consumo almacenados en los comercios afectados por la nube de humo tóxico, ya que algunos hosteleros ya han mostrado su preocupación por la posibilidad de que se encuentren en mal estado.
Aunque todo parece volver a la normalidad, la situación vivida en Langreo, y calificada oficialmente como «grave», obligó al Principado el pasado viernes a crear un gabinete de crisis y poner en marcha, por primera vez en Asturias y de forma real, el Plan Territorial de Protección Civil para situaciones de emergencia, que hasta entonces sólo había funcionado en simulacros.
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