MADRID. - El niño se acercó gritando a su padre. «¡Mira papá! ¿qué le pasa?». Llevaba entre sus brazos un conejo despeluchado, legañoso e incapaz del menor movimiento. El niño se llevó una buena reprimenda por coger al animal enfermo.
El pasado miércoles 11 de abril, en la Casa de Campo, un niño de cinco años descubrió un conejo afectado de mixomatosis. El suceso ocurrió en el entorno de la rotonda de las Moreras, junto al área infantil allí situada, en una de las zonas más visitadas del parque.
La mixomatosis es la enfermedad más letal que pueden sufrir los lagomorfos, grupo formado por conejos y liebres, donde produce el 95% o más de mortandad.
Se trata de una enfermedad vírica que se caracteriza por la aparición de anorexia junto con secreciones nasales y oculares, inflamación de los párpados, conjuntivitis, inflamación de la cabeza, tumefacciones y lesiones en labios, hocico, orejas y zonas anal y genital.
El principal vector de transmisión de la mixomatosis es el mosquito, por lo que la incidencia de esta enfermedad es mayor en los periodos donde proliferan estos insectos (verano).
Algunos trabajadores de los kioscos cercanos a la M-30 y al Lago, coinciden en señalar un aumento de conejos espanzurrados sobre el asfalto de su entorno las últimas semanas, aunque del mismo modo, aseguran no haber visto ninguno de estos animales afectado con los síntomas de la mixomatosis.
Todo lo contrario que un grupo de prostitutas que se sitúan junto al desvío de Garabitas, muy cerca de Moreras. Las meretrices sí que afirman haber visto varios animales que están «hinchados y que tienen los ojos como ciegos».
Sin embargo, desde la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid declaran que «no hay mixomatosis en la Casa de Campo». En el Consistorio señalan que no hacen un seguimiento especial de los conejos, pero sí que «están todo el tiempo allí y, de estar la enfermedad, lo sabríamos».
Lo que sí consideran es que puede aparecer «cuando haga más calor». Según su opinión, los brotes de la enfermedad es algo habitual en este espacio verde, «como en todos los lugares donde existen conejos».
Al señalarles la existencia de las imágenes que ilustran el reportaje, expresaron su extrañeza, concluyendo que debe tratarse de un caso aislado.
Aunque absolutamente letal para los lagomorfos, la mixomatosis es una enfermedad que no afecta a otros animales. Tampoco al hombre, aunque esté en contacto con ejemplares afectados o sea picado por mosquitos portadores del virus.
La única referencia que alude a la incidencia de la mixomatosis sobre otras especies animales diferentes de los lagomorfos, se refiere a las consecuencias que acarrea la disminución de sus poblaciones, provocando la desaparición de conejos y liebres en áreas más o menos extensas donde constituyen la base de la dieta de especies como el lince ibérico (el felino más amenazado del mundo) y del águila imperial ibérica.