El hijo de «la rival de la Reina», Leandro Alfonso, ya no se apellida Ruiz Moragas, como su madre, sino Borbón.
RESPUESTA.- Es su derecho, avalado incluso por una sentencia judicial.
P.- ¿La actriz Carmen Ruiz Moragas fue el gran amor de Alfonso XIII?
R.- Sin duda. 15 años de relación y dos hijos así parecen corroborarlo.
P.- Algo similar a lo de su padre, Alfonso XII, con la cantante Elena Sanz.
R.- Muchos han encontrado el amor entre bambalinas.
P.- La Moragas, como se la llamó, no fue al exilio con el Rey.
R.- No. Su mundo estaba aquí.
P.- Se quedó en Madrid con sus hijos, Teresa Alfonsa Paloma y Leandro.
R.- Una decisión sumamente arriesgada, prueba del coraje y el arrojo de esta extraordinaria mujer.
P.- Fiel a Madrid, más que al Rey...
R.- Fiel a sus calles, al público que la encumbró y la quería, y a esa nueva España en la que decidió que crecieran sus hijos.
P.- La Moragas murió antes del alzamiento militar, el 12 de junio del 36.
R.- Triste consuelo para una vida marcada por acontecimientos históricos.
P.- Se subraya en su libro: «Faltaban 33 días para que estallase la Guerra».
R.- Un subrayado obligatorio.
P.- El libro no lo cuenta, pero dicen que el Rey viajó desde el exilio para despedirse de ella ya muerta.
R.- Una historia muy hermosa...
P.- Carmen, una chica bien de Madrid. ¡De la calle de Zurbano!
R.- ¿Por qué no? Las chicas de la calle de Zurbano también se enamoran.
P.- Nacida en 1898. 12 años menor que Alfonso XIII.
R.- Sí, era una cría incluso para la época.
P.- Su padre, médico, fue gobernador civil de Granada.
R.- Y muy querido. De hecho la boda de Carmen se celebró ahí.
P.- Educada en el colegio del Sagrado Corazón.
R.- Y vivió para contarlo.
P.- Le gustaba la astronomía y... el teatro.
R.- Tenía sus propios gustos y criterio.
P.- El teatro, una vocación que ocultó durante toda su infancia a todos.
R.- Al menos, en nuestra ficción, sí.
P.- Hasta que un día, la gran María Guerrero se fija en ella.
R.- Y la contrató para formar parte de su compañía.
P.- Con 15 años, parecía que tenía 20. ¡Toda una mujer!
R.- Sí, eso llamó muchísimo la atención en su época.
P.- Estudió en el Real Conservatorio. ¡Se lo tomó en serio!
R.- Siempre sintió un profundo amor y respeto por la profesión.
P.- Debuta con la compañía de la Guerrero, en una comedia de Linares Rivas, Doña Desdenes.
R.- En un papel de lo que por entonces se conocía como de «damita joven».
P.- El 12 de diciembre de 1913, hace del papel de Mercedes, en el estreno de La malquerida, de Benavente.
R.- Tuvo la inmensa fortuna de que esa fuera su confirmación como actriz.
P.- Un día el Rey le manda llamar a su palco...
R.- Así es. Un encuentro decisivo.
P.- Ella tiene 18 años y él 30.
R.- No era tan raro. Ni entonces, ni ahora.
P.- La hemofilia había alejado ya al Rey de la Reina Victoria Eugenia...
R.- La enfermedad fue el detonante de su complicada relación.
P.- El Rey, conquistado por una muchachita de la burguesía de Madrid.
R.- ¡Pero no por una muchacha cualquiera!
P.- La familia de Carmen se asustará y le hará casarse a la niña con una figura del toreo, el mexicano Rodolfo Gaona, 10 años mayor que ella.
R.- La escena y los ruedos siempre han estado muy unidos.
P.- La boda, multitudinaria, de Granada... El padrino, Natalio Rivas, liberal, historiador y teniente de alcalde de Madrid, se opuso a Primo de Rivera...
R.- Carmen siempre supo rodearse de buenos amigos.
P.- Usted es mexicana de nacimiento, aunque hija de españoles y nieta de exiliado. Esto de Gaona supongo que la motivó para escribir el libro.
R.- Supuso un aliciente más.
P.- Gaona era una estrella, que alternaba con Joselito y Belmonte. Y con Ignacio Sánchez Mejías.
R.- Fue una figura relevante. ¡Hay un pase conocido como «gaonera»!
P.- Se habló de la homosexualidad de Gaona...
R.- Como parte de toda una rumorología de leyenda: mujeriego, bebedor...
P.- Lo cierto es que el matrimonio fracasó a las primeras de cambio...
R.- No supieron aguantar la farsa.
P.- Y la Moragas siguió en el teatro e, incluso, hizo cine fuera de España...
R.- Para la mítica Joinville.
P.- Pero Alfonso XIII la retirará de las tablas y los platós.
R.- Bueno, en realidad nunca abandonó el teatro del todo.
P.- Alfonso XIII se firmará en sus cartas de amor como «el soldadito».
R.- Un guiño entre amantes...
P.- La Moragas tenía sus ideas políticas. No tragaba a Primo de Rivera...
R.- ... y Primo no se llevaba bien con buena parte de la intelectualidad.
P.- A su hija, se la hace tener el Rey en Florencia...
R.- Suponemos que buscaban preservar su intimidad.
P.- Y le regala un chalet de 18 habitaciones, que subsiste, en la Avenida del Valle, junto a Reina Victoria... Se escribe en el libro sobre la relación del Rey con Anita Loos, la autora de Los caballeros las prefieren rubias...
R.- Quien no dudó en incluir en sus memorias su enrarecido encuentro.
P.- ¿Alfonso un rey, en el fondo, interesado por una cierta cultura?
R.- Como todo rey que se precie.
P.- La madre del Rey, ya anciana, se acerca a la Avenida del Valle para ver jugar a su «nieta» sana...
R.- Quería mucho a su hijo.
P.- El misterio de la carroza se titula el capítulo...
R.- Una sencilla licencia literaria.
P.- El segundo hijo, Leandro Alfonso, la Moragas lo tiene en Madrid, estamos en 1929...
R.- Otra muestra más del carácter arrojado de la Moragas.
P.- El 29 de enero del 30, Primo dimite y la Moragas sale a la calle para celebrarlo, se escribe...
R.- ... una página completamente nueva de su historia siempre sorprendente.
P.- La caída de Primo es la caída de Alfonso XIII...
R.- Como una pieza más del engranaje que precipitó su salida de España.
P.- La relación durará hasta que Alfonso XIII marche al exilio. No más allá.
R.- Aunque en ningún momento el Rey dejó de mostrar interés y amor por ella y por sus hijos.
P.- A partir de ese momento, con la llegada de la República, la Moragas vuelve al teatro...
R.- ... con más dedicación si cabe.
P.- Su mentor será Juan Chabás, de la generación del 27, amigo de Lorca y Alberti.
R.- Sí. El poeta y crítico que se convirtió en su último amor.
P.- La Moragas se alineará con la República.
R.- Cuanto menos era evidente que se movía en ese ambiente.
P.- Formará parte de la TEA (Teatro Escuela de Arte) de Rivas Cherif, cuñado de Azaña.
R.- Muestra inequívoca de lo mucho que le importaba su profesión.
P.- Alfonso XIII no dejará de llamarla por teléfono, hasta que ella muera.
R.- A su modo, siempre le fue muy leal.
P.- Una biografía novelada apasionante. ¿Habrá continuación?
R.- En materia de romances... ¡Todo es posible!