MAURILIO DE MIGUEL
Mika
Intérpretes: Mika (voz, teclados) y cuarteto. / Escenario: Sala Mynt (Madrid). / Fecha: 14 de abril.
Calificación: **
MADRID.- Nada nuevo hay bajo el sol que alumbra el nacimiento de Mika, como rutilante estrella pop. Nada, sino la intención de bailar al son que más calienta, entre los nostálgicos del dance años 70, las baladas a lo Elton John, el glam tipo T Rex y el falsete made in Bee Gees. Eso por referirnos a las fuentes originales de su arquitectura musical y no tanto a George Michael. Ni a los Scissors Sisters, Beck y Rufus Wainwright. ¿Quién dijo que Mika venga a ser el recambio natural de Fredie Mercury, en cuanto a poderío showman bajo los focos? Nació 35 años más tarde que él, apenas cuenta ahora con 23 y, aunque con un solo compacto en el mercado haya revolucionado las listas de éxito anglófonas (Live in cartoon motion se llama su opera prima), todavía no ha crecido lo suficiente como para reinar sin discusiones en términos de vocalista todoterreno.
Resultó inevitable que el concierto con el que Mika cerró gira europea en Madrid pecara de infantil, más por su propensión al estribillo fácil que por los globos que se soltaron durante la actuación y los disfraces de ratón Mickey que se vieron sobre el escenario.
La vida en dibujos animados se traduce literalmente el título de su debut discográfico, y de él eligió singles como Grace Kelly y Love Today para encandilar rítmicamente al público. Pero su versión del clásico Everibody's talkin', sus amagos de aria operística y su manera de cerrar bises con Llollipop dejaron ver también al freaky que Mika lleva dentro, para bien y para mal.
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