CELTA 1
DEPORTIVO 0
Pinto
Angel
Tamas
Contreras
Placente
Núñez
Pablo García
Canobbio
Gustavo López
Nené
Baiano
Cambios: Bamogo por G. López (min. 70)
Iriney por P. García (min. 70)
Jorge por Núñez (min. 75)
s.c.
Aoute
Coloccini
Lopo
Andrade
Capdevila
Duscher
J. Rodríguez
Pablo
Iago
Riki
Adrián
Cambios: Verdú por Iago (min. 46)
Estoyanoff por Pablo (min. 60)
Taborda por Duscher (min. 67)
Arbitro: Undiano Mallenco
Tarjetas amarillas: G. López, P. García, Contreras, Coloccini, Duscher, Lopo.
Tarjetas rojas: No hubo.
Goles: 1-0: Baiano (min. 61).
BALAIDOS. 24.000 ESPECTADORES.
VIGO.- Hristo Stoichkov ya ha conseguido dos cosas importantes. Además de revolucionar al entorno del Celta con su fichaje, ha vivido con rapidez su primer triunfo que, de paso, ha servido para que el club vigués abandone al menos de forma momentánea las plazas de descenso. Es más, el de ayer fue el segundo triunfo del Celta en casa desde el arranque de la temporada. No vivía la afición céltica una victoria desde hace seis meses, un lejano 3-2 al Valencia. Mientras hay vida, hay esperanza y con la mentalidad ganadora del búlgaro es posible que la salvación todavía sea factible. Faltan ocho finales.
El ex jugador del Barcelona y de la selección búlgara le dio una vuelta de tuerca al equipo. Abandonó la dinámica del doble pivote defensivo y decidió dar entrada en esa zona como único jugador a Pablo García. Por delante, un reguero de mediapuntas y delanteros con los que trató de llevar la iniciativa y agobiar a un Depor plagado de gente joven y excesivamente bisoña. La apuesta de Caparrós por ahora ha servido para salir de la zona de apuro e, incluso, para llegar a las semifinales de la Copa del Rey en las que se medirá con el Sevilla. Pero ayer, el Depor no dio señales de vida y se vio borrado por su rival. El resultado fue justo e incluso corto para los merecimientos de un Celta que se rebeló contra su maldición en casa y que atacó desde el primer momento con tanta intención como desacierto.
Las ocasiones fueron cayendo como fruta madura ante el marco de Aoute, que siempre resolvió los apuros con acierto e incluso con un poco de fortuna. Un par de largas jugadas de ataque del Celta acabaron con multitud de rebotes ante el marco visitante que sembraron los nervios en el banquillo de Stoichkov.
El Celta encontró por fin su premio tras el descanso. Después de un rechace de la defensa deportivista, el balón cayó a los pies de Gustavo López, un incordio siempre por su banda. El extremo tuvo tiempo para colocar el balón en el área con un medido pase que Baiano, siempre atento y con la caña, convirtió en gol con un certero remate.
Stoichkov buscó oxígeno tras ese gol porque el Deportivo por fin se atrevió a salir de la cueva y a buscar el empate. Iriney dio un respiro a Pablo García, pero no renunció totalmente a sus intenciones ofensivos porque mantuvo a un solo hombre en la zona central. Un valiente.
El Deportivo dominó el tramo final, pero no ofreció una gran impresión. El Celta, habituado a los sustos por culpa de sus eternos problemas defensivos, se mantuvo firme esta vez y fue capaz incluso de soltar buenos y peligrosos contragolpes que a punto estuvieron de elevar el 2-0 en el marcador. Sin embargo, el gol de Baiano bastó para que Balaídos por fin pudiera respirar.