Fernando Alonso no logró en ningún momento conducir el coche ideal. Durante los entrenamientos, las pocas décimas que le separaban de Massa, Hamilton y Raikkonen las podíamos achacar a una mayor cantidad de gasolina, pero en carrera, las cosas no mejoraron. El coche sobreviraba con neumáticos blandos, y con los duros -si bien marchó algo mejor- la diferencia que ya le tenían ganada sus rivales era insalvable. Incluso haber tratado de rebasar a Heidfeld en los últimos compases de la carrera habría supuesto un grave riesgo de pérdida de los puntos de la quinta posición.

Massa hizo una carrera sin fallos, de bandera a bandera, y parece que los errores los comete todos juntos, como en Malasia la semana pasada. En Bahrein todo le salió perfecto, y se ha llevado una pole, una vuelta rápida en carrera y una victoria muy merecidas. Raikkonen, con su habitual forma de conducir, rápida pero poco vistosa y algo irregular, se ha vuelto a subir al podio, y comparte la cabeza del Mundial en triple empate con Alonso y Hamilton.

La carrera de Hamilton también ha sido muy buena, no ha tenido que luchar contra nadie, pero realizó una pésima salida, con dudas y dos o tres cambios de trayectoria que consiguieron perjudicar a Alonso, pero él ha conseguido tres podios en sus tres primeros grandes premios. Sin duda, este novato es el mejor de la Historia, como novato, pero con las formas que tiene, creo que tenemos delante a un gran campeón, todo un rival a la vista.