Después de tres años de trabajo en tierra y mar, de búsqueda de patrocinadores y de regatas previas, hoy arranca la Copa Louis Vuitton. Los 11 sindicatos que han desafiado al campeón de la última edición de la Copa América, el suizo Alinghi, se baten en un despiadado duelo de dos meses de duración para ganarse el derecho a enfrentarse al defender por la Jarra de las Cien Guineas. Hoy el Desafío Español se mide al +39 Challenge. Varias de las fortunas más grandes del planeta persiguen el mismo sueño: levantar el santo grial del mar. Ayer, durante la conferencia de prensa de los jefes de los sindicatos, se pudo comprobar hasta qué punto llega la obsesión de los opulentos mecenas de la vela.
Larry Ellison, fundador de uno de los mayores fabricantes de software del mundo y dueño del equipo norteamericano BMW Oracle, fue el primero en aparecer. Él navega en uno de los super yates más grandes -el Rising Sun (137 metros de eslora)- y pilota su propio avión de combate. También asistió Ernesto Bertarelli, dueño de Alinghi, el 72º hombre más rico en 2006, con su multinacional farmacéutica Serono, recientemente vendida por 10.600 millones de euros. / ALBERTO MAS
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