Lunes, 16 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6329.
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VELA / 32ª Copa América
Valencia se viste de Prada
LA FIRMA DE MODA ITALIANA, PATROCINADORA DEL LUNA ROSSA, CERRO EL MERCADO CENTRAL DE VALENCIA PARA OFRECER UNA GRAN FIESTA EN LA QUE DESTACO LA PRESENCIA DE DEMI MOORE
D. BORRAS / C. TOLEDO

VALENCIA.- Una de las joyas arquitectónicas de Valencia, el modernista Mercado Central, sumergido todavía en obras de rehabilitación, acogió anoche la primera gran fiesta social con motivo del inicio de la Copa Louis Vuitton, antesala del desafío final de la Copa América de vela. La organizaba Prada, la firma italiana de moda que patrocina a uno de los aspirantes, el Luna Rossa.

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Y allí estaba dando la bienvenida Miuccia Prada, la cabeza visible de la firma, que recibía a colegas de la moda como Carolina Herrera, Agatha Ruiz de la Prada y Francis Montesinos, y a ex modelos como Paola Dominguín o Inés Sastre.

Los organizadores habían jugado con los nombres de celebridades del celuloide desde hacía tiempo. Era su manera de calentar el ambiente. Y, a juzgar por los centenares de personas que abarrotaron la entrada, lo consiguieron. No hubo reventa, pero sí mucho alarde de los escogidos y alfombra roja. Todo, muy glamouroso.

Las dos únicas caras del celuloide hollywoodiense, Demi Moore y su joven marido Ashton Kutcher, se convirtieron en la gran atracción. No extrañó, pues, que su llegada se alargara hasta una hora antes de la medianoche. A esas horas también llegaron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y el del Real Madrid, Ramón Calderón, directamente desde el estadio de Mestalla, donde vieron el Valencia-Sevilla.

Moore había acudido al mercado, ubicado frente a la histórica Lonja, horas antes del inicio, vestida de sport, para realizar un recorrido previo. La ex de Bruce Willis se habría sorprendido mucho más si hubiera acudido en día laborable, rodeada de tomates, lechugas, salazones, pescado o marisco.

Ese espectáculo, el de las simpatiquísimas vendedoras del Central, no se lo pierde cada vez que pisa Valencia Bernie Ecclestone, el magnate de la Fórmula 1. Pero es que a Ecclestone le gusta madrugar, algo contraindicado para muchos de los que se vieron anoche. Pregúntenle por el despertador a Eugenia Martínez de Irujo, Fonsi Nieto -que fue a perfumarse nada más bajarse de la moto que condujo por la mañana en el circuito de Cheste-, Vicky Martín Berrocal, Blanca Romero o Alvaro de Marichalar, que llegó a Valencia justo cuando su hermano Jaime abandonaba la ciudad tras asistir, la víspera, a la gala de apertura de la competición junto a la Infanta Elena.

Dicen los responsables de las grandes firmas que el lujo, para ellos, ha cambiado los argumentos, que ahora es más importante el tiempo libre que lo material, la calidad que el exceso. Sin embargo, para la gran mayoría el lujo no ha dejado de ser lo que siempre fue: elegancia, sofisticación y diferencia. Inés Sastre, Blanca Suelves o Beatriz de Orleáns sí que pusieron un poquito de todo esto. Antonia Dell'Ate lo intentó.

El estudio AMO/OMA, colaborador habitual de Prada en el desarrollo de su imagen de marca -es el encargado de diseñar sus tiendas y los contenidos interactivos-, transformó el mercado en un espacio moderno. También curiosa fue la mezcla de productos que pudieron degustar todos los presentes, un curioso abanico de opciones que iba de las recetas químicas de los chicos de El Bulli, restaurante de Ferrán Adrià, a la comida típica que habitualmente se puede comprar en las paradas del mercado. Cerca de 30 puestos abrieron de forma excepcional para ofrecer una degustación. Fruta fresca, embutidos, frutos secos, marisco... no faltó de nada. Todo el género, eso sí, fue el habitual: «Es exactamente el mismo que cualquier persona puede comprar a diario», apuntaban los encargados que, lejos de sentirse molestos por la intrusión del mundillo de la moda, se mostraron encantados.

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