Calomarde, que presentó su dimisión «irrevocable» a Mariano Rajoy vía telefax, asegura sentirse «objeto de una campaña periodística de acoso y derribo» de la que acusa a su propio partido. Según su versión, todo se debe a las críticas que vertió a su partido en el artículo El Partido Popular necesario, publicado en El País, el 29 de marzo.

Ese día su partido le comunicó su sustitución como portavoz de la Comisión de Educación debido a sus reiteradas ausencias por razones de salud. Lo que desencadenó la decisión fue que no asistiese al Pleno de ese mismo día en el se aprobó definitivamente la reforma de la Ley Orgánica de Universidades.

La decisión pretendía, según aseguraba el partido, facilitar su recuperación física y mejorar el funcionamiento de la Comisión de Educación.

Fuentes del PP indicaron ayer que no tenían conocimiento de la condena por vejaciones, y no quisieron pronunciarse sobre la posibilidad de que, en realidad, haya sido la confirmación de la condena la que haya precipitado la decisión del diputado valenciano.

Fuentes del partido indicaron que la salida de Calomarde podría tratarse hoy mismo en la reunión de maitines y del Comité de Dirección que celebrará el PP.

En su comunicado, el diputado valenciano manifiesta su «decisión irrevocable de dimitir como militante del PP» por su destitución del cargo de portavoz. Calomarde tiene la «indudable certeza» de que su cese como portavoz adjunto es la respuesta a sus críticas.

«He sido atacado de una manera colosal por la defensa y práctica de mi derecho constitucional a la libertad de expresión, al publicar, en contra de la posición de mi entonces partido, mi artículo El partido Popular necesario». El caso es que Calomarde ha faltado a 44 plenos y sólo ha acudido a uno en el presente periodo de sesiones.

El dimisionario denuncia, además, «una campaña de prensa de acoso y derribo respecto a un asunto jurídico absolutamente privado, y que nada tiene que ver con mi actividad política, que a buen seguro será utilizado en mi contra por el PP».