ALGECIRAS (CADIZ). - La Refinería Gibraltar-San Roque reanudó ayer su actividad habitual tras la fuga de azufre que el sábado afectó a una de sus seis plantas y que ha motivado que la Junta de Andalucía estudie «restringir» su actividad ante los numerosos incidentes registrados en la factoría de Cepsa. La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, anunció ayer la convocatoria de una reunión para esta semana con la empresa, con el objetivo de «repasar exhaustivamente» las condiciones de operatividad de dicha industria en el Campo de Gibraltar.
El sábado por la tarde una fuga de azufre -denunciada por la organización ecologista Verdemar-Ecologistas en Acción- procedente de la fábrica afectó a la barriada de Puente Mayorga y, aunque según la Administración autonómica no se superó el valor legal de la directiva comunitaria en materia de calidad respirable del aire, los vecinos sí sufrieron dificultades respiratorias durante una media hora.
Cepsa informó ayer en una nota de que el fallo se produjo en la planta número cinco, al detectarse un nivel de humo superior al habitual, que se disipó poco tiempo después, y precisó que avisó de los hechos tanto al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem) como a la Consejería de Medio Ambiente. La empresa explicó que se actuó rápidamente bajando la carga de las unidades y se llegó a parar la unidad de azufre número cinco. Una vez que se alcanzaron los niveles habituales de humo, se volvió a poner en marcha la unidad al final de la tarde de ayer.
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