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| ¿Qué es, en el fondo, actuar, sino mentir? ¿Y qué es actuar bien, sino mentir convenciendo? (Laurence Olivier) |
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| Dioses y monstruos |
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| Una revelación trascendente |
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ANA CONDA
Yo creo que han sido las torrijas. La canela que me pone como el conejo de Silvia Tortosa. Perdón, Bugs Bunny. Ojo, qué buenas operaciones se ha hecho y no como Keith Richards que, como dice mi íntimo Pepe Arenas, parece que se ha hecho un trasplante de la piel del codo. Pero a lo que iba, que tanto recogimiento, tanta espiritualidad, tanto mummy pa'arriba y mummy pa'bajo con sus cánticos gregorianos, se me ha generado un efecto rebote. Oye, que soy pura carnalidad, puro sexo. Ya ves tú, que a mí siempre plin, pues llevo unos días que sería capaz hasta de enrollarme con Juan Gabriel. Para que os hagáis una idea, me paso todo el santo día como Blanca, la novia de Borja Thyseen, con una teta al aire. Porque, esta chica, se ponga lo que se ponga, ya sea una escafandra de buzo o un parapeto de apicultora, a ella siempre se le sale una teta. Y si esto no fuera poco, veo los mejores momentos del desfile de slips de Míster Universo y leo las memorias de Espartaco Santoni, aunque la visión del miembro del venezolano haciéndose hueco entre las membranas de Carmen Cervera, que ni que la pobre fuera una ornitorrinca, me revolvió el higadillo hasta el cúbito supino. Casi se me quita la tontería... Y haciendo aquí un inciso, nenas, que me quedé de piedra pómez, más aún que con las instantáneas de Leonor en Faunia con ese borreguito sintético tan feo. El otro día, Cristina Tárrega recibió un autógrafo de una chiquita que está habituada a meterse 30 metros de cadena en la vagina. No le ha dado por meterse la roncato, el robot de cocina o un paquete de puré de patata Maggi, porque ella es más del rollo ferretero. Y ¿con qué lo escribió? Pues, evidentemente, haciendo una torsión de gimnasta búlgara. Cris, cari, si has tenido a bien recoger esa firmita de tu fans marsupial, ¡lávate esas manos, lávate esas manos! Pero es que, está visto que ya no puede ni ir a una joyería sin que le recuerden su sexualidad a flor de piel. El furor uterino se tiene en casa, reina. El otro día. comentando esta situación, mi íntima Elvira me comentó que una tía suya estadounidense y belicista utiliza una técnica para mantenerse en forma. Consiste en darse unos 100 puñetazos en los ovarios como si fueran los timbales del Copacabana nada más tomarte tu tostadita con margarina. Y tiene la piel, bueno, bueno, bueno... Estoy por recomendárselo a la gallega de Cancún que se va a sobrevivir a una isla y como luego tendrá que hacerse una exclusiva, no sea que se abandone...
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