F. I. L.
MADRID. - General Motors con su marca GMC y Chrysler con Jeep, dos de los fabricantes estadounidenses más volcados en la producción de todoterrenos, se han lanzado a la conquista del público femenino norteamericano, siguiendo la senda abierta hace dos años por Mercury, la marca del grupo Ford.
Esta apuesta se apoya en una razón de peso: el conjunto de las estadounidenses tiene una capacidad de consumo de un billón de dólares, unos 752.000 millones de euros. Además, su opinión fue decisiva en la compra del 80% de los 16,6 millones de vehículos que el año pasado se vendieron en el país.
Por ello no es de extrañar que los anuncios del GMC Acadia, un vehículo de ocho plazas que es un cruce entre monovolumen y todoterreno, hagan especial hincapié en lo que, según los estudios, más interesa a las mujeres: comodidad, seguridad, estilo y economía.
Por el momento, los directivos de GMC han llegado a acuerdos con los productores de series como Anatomía de Grey o CSI para que el Acadia aparezca en ellas.
De todas formas, los responsables de GMC aseguran que no desean convertirse en «una marca de chicas, porque eso no les gusta a las mujeres». De hecho, los estudios demuestran que las conductoras se sienten atraídas por fabricantes como Dodge, considerada como la marca de los cowboys y de los machos americanos.
Jeep, por su parte, ha sido más sutil y ha lanzado dos modelos muy parecidos, el Patriot y el Compass, el primero dirigido a los jóvenes y el segundo orientado a las mujeres.
Y la fórmula parece que está teniendo éxito, ya que hasta el momento el 51% de los compradores del Compass son mujeres, una cifra que se sitúa en el 39% para el conjunto de la gama de esta marca especializada en todoterrenos.
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