La manipulación de un titular de TV3
Sr. Director:
Durante estos últimos días TV3 ha abierto su boletín de noticias con este titular: «Una doctora del Centre Esportiu Municipal del Prat es acomiadada per parlar en català». ¡Hombre, dicho así, hay motivos para echarse la manos a la cabeza! ¡Una funcionaria despedida por hablar su propia lengua... y en su propio país! Pero, ya después del resumen, se aclara que el motivo del despido es que no quiso responder en castellano a alguien que tal vez tenía dificultad en entenderla. Ignoro en detalle las circunstancias del despido, por lo que no entraré en ello, pero no es precisamente lo mismo despedir por hablar una lengua que hacerlo por negarse a hacerlo en otra a la que, por cierto, también tenía derecho a ser atendido el interlocutor. Esa perversión informativa contribuye con mensajes subliminales al fomento de la crispación y atenta contra la convivencia social. Y no parece que tenga mucho que ver con lo que debería ser la principal regla de la ética periodística: informar verazmente sin manipulaciones tendenciosas. Un titular debe ser el resumen de una verdad, no la síntesis de una patraña.
Jordi S. Berenguer. Barcelona.
Hiriente indiferencia con los perseguidos
Sr. Director:
Recientemente se ha producido la retirada de la política de dos jóvenes concejales del Ayuntamiento de San Sebastián y de Lasarte que no soportan por más tiempo, lo han hecho durante 10 años, el acoso, la persecución y la amenaza de los terroristas de ETA. Mi admiración para personas como ellos. Resulta hiriente la vergonzosa indiferencia y el clamoroso silencio que el Partido Socialista ha tenido ante tan graves hechos, ni el presidente ni la vicepresidenta tienen ojos ni palabras más que para insultar y atacar al Partido Popular, mientras pasan indiferentes y miran para otro lado ante estos gravísimos hechos que nos muestran el grado de envilecimiento y de podredumbre moral de esta sociedad.
Gloria Calvar Landín. Madrid.
Un manifiesto que pretende amordazar
Sr. Director:
Sé que la verdad absoluta no existe y por eso no me considero en posesión de ella y nunca me atrevería a firmar manifiestos como hacen los «iluminados» que el pasado martes presentaron ese llamado por la convivencia, frente a la crispación. Tan sólo soy un ciudadano que tiene la osadía de pensar por sí mismo y que cuando algo no le gusta procura manifestarlo. Considero que mi Gobierno no está haciendo las cosas bien y por eso lo critico, aunque según esos intelectuales lo que hago es «crispar». Creo que su intención es buscar el silencio de los discrepantes, amordazar a la oposición a base de demonizarla, pero el derecho a la discrepancia y a decir lo que uno piensa no es patrimonio exclusivo de la izquierda. Siento que para ellos eso signifique odio y crispación; la crispación la generan las decisiones equivocadas del Gobierno, no las críticas a éstas. Actitudes como la de esos llamados intelectualse empobrecen nuestra democracia.
Julián del Nogal. Coslada (Madrid).
Fe de errores
En la Carta del director de ayer se deslizó una errata y donde decía «qui prodest» debería haber figurado «cui prodest».
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