A preguntas del abogado Emilio García Peña, testificó que, ya «a las 19.00 horas, o 19.30» del 11-M, cuando apenas habían aparecido indicios que apuntasen a la autoría islamista, algunos agentes fueron a su casa para interrogarle por hechos que podían guardar relación con la matanza. En concreto, por un Opel Vectra de color verde, que figuraba a nombre del testigo, en el que Alfalah y Lamari habían viajado a Valencia para visitar al sirio Safwan Sabagh, que también compareció ayer ante el tribunal.

La Fiscalía sostiene que Mohamed Alfalah y Allekema Lamari colocaron materialmente las mochilas bomba en los trenes. El primero, huido, habría muerto en un atentado suicida en Kerbala (Irak), aunque este extremo no ha sido comprobado. El segundo se suicidó en Leganés junto con otros seis miembros del comando.

Bouzrouti fue detenido el 8 de marzo de 2005 e imputado por su presunta relación con la matanza, aunque posteriormente fue puesto en libertad.