Uno de los teléfonos habilitados para ello y que estaba a disposición de los etarras era el de uno de los hombres de confianza de Nicolas Sarkozy, número dos cuando éste encabezaba el Departamento de Interior del país vecino, y el otro podría corresponder a un cargo del Departamento español, próximo a Alfredo Pérez Rubalcaba.

La citada publicación se basa, para realizar estas afirmaciones, en documentación intervenida a dos veteranos etarras, Juan Carlos Yurrebaso Atutxa y Kepa Mirena Suárez -arrestados en territorio galo el mes pasado-, en las declaraciones que éstos efectuaron en el mismo momento de su detención y en datos ofrecidos, según la publicación, por fuentes del Ministerio de Interior francés.

Según la información policial a la que ha tenido acceso la revista, el presunto etarra Juan Carlos Yurrebaso, en el momento de su detención, no sólo declaró que formaba parte del aparato de interlocución de la banda terrorista -tal y como trascendió en su día- sino que mostró a los agentes un papel en el que venían registrados dos números de teléfono de sendos altos funcionarios del Departamento francés de Interior y otros dos números de móviles de hombres de confianza del Gobierno español en nuestro país.

Según el Ministerio francés, en verano de 2006, «cuando estaban en curso las conversaciones en el proceso abierto tras el anuncio de alto el fuego, un alto responsable del Ministerio español de Interior, nos pidió facilitar un número de emergencia». Se trataría de dar ciertas garantías a los emisarios de la banda terrorista en su recorrido por Francia.

Según la revista, una fuente del Ministerio de Interior francés ha mostrado su sorpresa porque quienes tuvieron acceso a esos teléfonos y al «salvoconducto» de utilizarlos «fueran hombres armados».

Dos de los teléfonos estaban tachados pero eran legibles, lo que hace pensar a los investigadores que correspondían a contactos antiguos. De la parte francesa, uno pertenecía al hombre de confianza de Sarkozy y el otro, «más difícil de identificar», era el de una tarjeta prepago comprada en una tienda cercana a la sede de Interior. Los titulares de los teléfonos de contacto españoles no han trascendido.

Entre los papeles interceptados a los dos terroristas por parte de la policía judicial francesa aparecían las tarjetas de diplomáticos suizos y noruegos relacionados con el proceso de diálogo que podrían formar parte de la Fundación Henri Dunant, encargada de la mediación en los contactos entre los enviados del Gobierno y los representantes de ETA antes del atentado de Barajas.

Yurrebaso, de 51 años, y Suárez, de 49, fueron arrestados en la localidad francesa de Périgueux, tras saltarse un control de aduanas y abandonar el coche robado en el que viajaban. Llevaban documentación falsa, y uno de ellos iba armado. Cuando los policías los redujeron, solicitaron que llamaran a los teléfonos que les habían sido interceptados, convencidos de que serían puestos en libertad de inmediato a pesar de que el atentado de Barajas había hecho saltar por los aires el proceso. Los agentes, sin embargo, optaron por detenerlos sin hacer caso de su petición y hoy se encuentran recluidos en una penitenciaría francesa.

Fuentes consultadas por este periódico aseguran que Yurrebaso, ejerció de enlace durante la época de los contactos.

Por una parte facilitó por territorio francés los movimientos de aquellos interlocutores que en algún momento no fueron atendidos por la Fundación. Pero también se encargó de desplazarse y transmitir a los responsables de los diferentes aparatos de la banda, después de los encuentros, cómo se desarrollaba la marcha de las negociaciones.

Fuentes de Interior quitaban ayer credibilidad a la historia publicada por el semanario francés.