FERNANDO LAZARO
MADRID.-
Llevan meses adiestrando a sus nuevos integrantes en el manejo de explosivos. De la documentación intervenida a ETA en las últimas operaciones, se desprende que la organización terrorista realiza un completo curso de formación para sus nuevos comandos. Además de explicar el manejo en general de armas y explosivos, les detalla cómo colocar trampas en los artefactos para los desactivadores policiales.
Según explicaron fuentes de la lucha antiterrorista, en los manuales intervenidos a los etarras detenidos en Francia no sólo se les explicaba como colocar estas trampas, sino que también se les alentaba a ponerles cebos en los artefactos para que piquen los desactivadores de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado.
En concreto, según detallaron estas mismas fuentes, en estos documentos aparecen croquis del sistema eléctrico de iniciación de un artefacto explosivo con «sistema anti corte por relé». Este mecanismo está destinado «para el perro que los corte», indican los responsables de ETA en los manuales que les entregan a sus comandos. Uno de ellos fue interceptado por las Fuerzas de Seguridad del Estado en Francia.
El dato demuestra, según los analistas contra el terrorismo, que la organización etarra prepara a sus comandos para perpetrar de nuevo atentados selectivos. Según estos expertos, es poco probable que si la intención que pueden estar barajando los responsables de ETA es perpetrar acciones pero no asesinatos, adiestren a sus activistas para colocar trampas en los artefactos explosivos.
También detallan en estos manuales, en poder de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado, la forma de fabricar bombas lapa y explican, con mucha precisión, varios de los métodos de activación del explosivo. Los autores de los manuales recomiendan utilizar en cada artefacto lapa 500 gramos de pentrita y dos detonadores en paralelo, para garantizar su activación.
Este dato también hace sospechar a los especialistas que las inminentes actuaciones de ETA serían más selectivas que indiscriminadas y que, desde luego, buscarían víctimas determinadas. Este periódico informó de que en los manuales de los terroristas figura también cómo colocar artefactos explosivos en los reposacabezas de sus víctimas, otra manera de buscar atentados selectivos.
Estas fuentes se preguntan para qué instruye ETA a sus nuevos activistas, que cifran en más de un centenar, si la intención de la dirección etarra es consolidar el proceso de paz.
Los analistas sospechan que ETA ha tenido que recurrir a alguna vieja gloria para activar su «academia de explosivos». El análisis del tipo de manuales interceptados hace sospechar que algún histórico de ETA se ha vuelto a poner al frente de esta estructura. Incluso, no se descarta tampoco que haya sido algún preso de ETA que ha acabado de cumplir condena en los últimos años el que se haya vuelto a incorporar a la organización y se encargue del adiestramiento de los nuevos activistas.
Los expertos han detectado que algunas de las indicaciones que constan en los manuales son ya relativamente antiguas. Por este motivo, los analistas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad temen que la organización terrorista haya recuperado a expertos en explosivos, de los que lograban una gran precisión cuando elaboraban los artefactos.
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