C. R. G
MADRID.-
Si al enemigo, puente de plata, al ex amigo, reclamación de llaves... y acueducto. Ésta es la fórmula que adoptó ayer el número dos del PP, Angel Acebes, para despedir al diputado valenciano Joaquín Calomarde, que el sábado pasado anunció su decisión de abandonar el Grupo Popular y pasarse al Grupo Mixto.
Acebes se mostró implacable hacia el político al aceptar la primera de las opciones -«si se va, que se vaya», dijo en tono más displicente que indiferente en la rueda de prensa que siguió al comité de dirección del partido-, y rechazar enérgicamente la segunda.
Tal como advirtió oficialmente la víspera el PP, Acebes afirmó en la sede del partido que «el escaño» que el diputado valenciano anunció restar al Grupo Popular, no le pertenece a él sino a «los votantes del PP» que apoyaron a «una lista cerrada y bloqueada».
Pero todavía se mostró más sarcástico en La Cope al declarar sobre el particular. «Si se va, se irá de todo, ¿no? Dejará el escaño, ¿o es que los valencianos le votaron a él por su cara bonita o su apellido? ¿O fue por las siglas del PP en unas listas cerradas?».
El secretario general reprochó además a Calomarde el que la dirección del PP se enterara de su decisión por El País, «con quien lleva colaborando bastante últimamente, levantando la bandera de la ética».
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