ALBERTO D. PRIETO
La semana pasada, la protesta vecinal empezaba a calentar motores: creación de una plataforma, recogida de firmas... Y, más rápido de lo esperado, sin tener siquiera que hacer mucho ruido, han logrado su objetivo.
Los vecinos de Virgen del Cortijo y Sanchinarro no estaban dispuestos a aceptar «ser los únicos barrios de Madrid que tengan que picar dos veces». Ésta es la queja que repetían. Hoy leerán en estas páginas que han ganado, que la Comunidad ha rectificado. Usar la nueva línea entre Pinar de Chamartín y estos barrios hasta el PAU de Las Tablas, la ML1, no será más caro que en el metro convencional.
Angeles, casada, madre, trabajadora fuera de casa y con hogar en Sanchinarro, denunciaba a este periódico: «Quieren hacernos pagar más que a los demás. Si quieres ir desde Sol a mi casa vas a tener que sacar dos billetes. El normal y otro en Pinar de Chamartín».
Así, como decía Angeles, de la Puerta del Sol a la nueva estación intercambiador de Pinar de Chamartín, el usuario picaba un solo viaje de su metrobús de 6,40 euros. Pero si quería cruzar más allá de la que iba a ser la nueva frontera entre madrileños de primera y de segunda, debía volver a picar. O sea, que pagaba dos veces estando siempre en la zona A.
Como solución, la Comunidad había ideado un billete combinado de 1,75 euros, cuando uno sencillo de la zona A cuesta un euro. «Si miras el mapa, hay barriadas más lejanas al centro que nosotros, como Barajas. Y no pagan más que un billete», añadía Javier.
El barrio de Virgen del Cortijo, con más de 30 años de lucha por su constante aislamiento, afilaba sus uñas de nuevo cuando se supo lo del doble billete. Tras dos décadas con un solo autobús de la EMT, se felicitaban de los transportes que traían los PAU... hasta que supieron que volverían a verse discriminados. No se resignaron y han ganado.
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