El candidato socialista a presidir la Comunidad, Rafael Simancas, quiere acabar con las listas de espera en la sanidad pública a golpe de boletín oficial. Ayer, explicó en qué consistirá su anunciada ley de garantías de tiempos máximos de espera en atención especializada. La norma obligará al Gobierno de la Comunidad a que en los 30 primeros días de cada año fije por decreto los tiempos máximos de espera para cada prueba diagnóstica y para cada operación. Para establecerlos, el candidato se reunirá con las sociedades científicas y con los médicos para evaluar en cuántos días se pone el tope.
De esta forma, Simancas dijo que acabará con «las listas de espera largas, incómodas y peligrosas para la salud del sistema regional de salud». El problema es que no explicó cómo conseguiría acabar con estas esperas ya que, en teoría, no desaparecen con publicar unos tiempos máximos en el Boletín Oficial.
Según explicó Simancas ayer en la Asamblea de Madrid en un acto al que acudieron cargos electos, militantes y simpatizantes socialistas, todo puede ser un problema de voluntad: «Si se quiere, se acaba con las listas de espera», aseguró.
Para el candidato a presidente, el problema del PP es que no quiere acabar con ellas. «Por supuesto que hay alternativa a las listas de espera angustiosas y peligrosas del Partido Popular», explicó, «y la alternativa es esta ley». «Si se quiere», concluyó Simancas, «se pueden afrontar los problemas de la sanidad pública».
Eso sí, el candidato, ante un auditorio que no planteó ninguna pregunta, tampoco explicó por qué las listas de espera son un problema grave en casi todas las comunidades autónomas de España, incluidas las que gobierna el PSOE cuando, según explicó, los socialistas sí quieren acabar con este problema.
Simancas denunció que en la sanidad madrileña, desde que se detecta el primer síntoma y hasta que se produce la operación quirúrgica, «se sigue un itinerario absolutamente kafkiano» de hasta seis, siete u ocho esperas distintas.
En el caso de que gobierne, prometió acelerar todos los procesos. En primer lugar, aseguró que la primera consulta en Atención Primaria se producirá el mismo día que se solicite (ahora se tarda, dijo, de tres a nueve días). En las siguientes 24 horas, se tendría ya la consulta con el especialista y un tratamiento dictado por éste. Según el candidato, en esa primera consulta hay esperas de hasta 220 días en algunos casos concretos, como en Urología.
Si los plazos máximos fijados cada año por decreto no se cumplen, Simancas aseguró que se podría derivar al paciente a otro centro público o, «si no, a un centro concertado o privado, siempre como última opción». Hasta ahora, los socialistas habían rechazado que la Comunidad de Madrid derive a los pacientes a centros privados o concertados para aliviar las esperas, aunque los ejecutivos del PSOE de otras comunidades lo hacen.
Ayer, Simancas admitió que su hipotético Gobierno también lo haría, aunque matizó que sería «sólo como última opción». El problema puede ser que el socio casi imprescindible para ese Ejecutivo, IU, se opone a esta posibilidad.
Como explicó ayer Caridad García, diputada regional, portavoz de Sanidad de IU y número tres de la lista regional, «nosotros nunca aceptaremos derivar pacientes a la sanidad privada». «Las listas de espera no son un problema de Boletín Oficial; son un problema de inversión y de apostar por la sanidad pública y por priorizarla, no por la privada».