Cuando apareció la primera línea de metro en Londres allá por 1865 con un pequeño puñado de estaciones, Lewis Carroll iba a titular su libro 'Alicia en el país de las maravillas' Adventures of Alicia in the Underground, en un claro guiño a la novedad. Sus editores le aconsejaron cambiar el nombre, ya que aquel nuevo modo de transporte suscitaba terror entre la población. A saber lo que provocaría en esos ciudadanos conocer que más de 140 años después el metro de otra ciudad, Madrid, iba a alcanzar las 318 estaciones.
Cuando a finales de mayo hayan quedado inauguradas todas las nuevas estaciones de metro -80 en total-, el suburbano habrá crecido un 30% con respecto a 2003. De 235 kilómetros se pasará a 322. Se convertirá así en el tercer metro más grande del mundo, sólo por detrás de Moscú y Nueva York y superando en la tercera plaza al de París. Con tantas incorporaciones al plano del metro, la Comunidad de Madrid ha aprovechado la ocasión para someterlo a un cambio radical con el fin de «ofrecer claridad al usuario del suburbano».
«Si hubiéramos situado en el plano actual todas las estaciones nuevas hubiéramos desinformado al usuario, con mucho apelotonamiento de nombres. Con este nuevo mapa tratamos de que el usuario tenga un conocimiento exacto de la información y que sea legible», explican fuentes de la Comunidad.
Como cambios más destacables del plano está su trazado, que prescinde de las líneas curvas y ahora sólo usa líneas rectas. Todos sus ángulos son de 90 grados, únicamente con líneas horizontales y verticales. Su dibujo, con un cierto parecido al mítico plano del metro londinense, permitirá además que se introduzcan sin hacer modificaciones futuras estaciones.
El mapa, como se puede ver en la imagen, se ha convertido en una referencia esquemática, sin la relación con el mapa real de Madrid que sugería el anterior plano. «El sistema proporcional de distancias era efectivo antes, pero ahora, tras un crecimiento de cuatro años, hubiera perdido practicidad y legibilidad. Hubiera sido una tela de araña. Así se evita que sea un laberinto», explican desde el Gobierno regional.
Antes, si superponías el plano de metro con el de la capital, te daba una idea aproximada de dónde estaban las estaciones y a qué distancia un punto del otro. Ahora, la estación de Baunatal, por ejemplo, que se abrirá en la localidad de San Sebastián de los Reyes en los próximos días, está en el mapa a la misma distancia de Plaza de Castilla que Alonso Martínez.
El plano, que mantiene el color original de todas las líneas, también ha cambiado el tipo de letra y en él aparece impreso el nombre de la parada de Sol, el centro histórico de Madrid, curiosamente donde está la sede de la Presidencia de la Comunidad -qué cosas- con una tipografía más grande que las demás estaciones.
Además, el plano, que se comenzará a colocar en todas las paradas y se imprimirán decenas de miles de mapas para repartir en las próximas semanas, incorpora con un nuevo color - el rosa- las estaciones del metro ligero, la que va de Colonia Jardín a Estación de Aravaca y Puerta de Boadilla y la que discurre de Las Tablas a Pinar de Chamartín.
Desde el Gobierno regional apuntan que el mapa todavía podría sufrir alguna modificación y que ha sido probado positivamente en un estudio entre diferentes colectivos usuarios de Metro, como niños, personas mayores, inmigrantes, amas de casa, estudiantes o trabajadores. Algunas de sus sugerencias han sido incluidas en el mapa.