Martes, 17 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6330.
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'Amok', rabieta mortal
J. L. GONZALEZ DE RIVERA

Hace 30 años, Bloch descubrió síntomas de neurosis de guerra entre los maestros de algunas escuelas de Estados Unidos, tanta era la violencia que en ellas se vivía. Pero la gamberrada insolente y peligrosa de antaño no tiene nada que ver con las matanzas colectivas de inocentes que nos sobrecogen periódicamente. Obviamente, no son sujetos normales los que las cometen, pero el tipo de locura que les aqueja no es de las más conocidas ni habituales.

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Los psiquiatras tenemos una expresión, crisis catatímica, para designar la grave distorsión del juicio que puede llevar a concebir actuaciones tan descabelladas, llevadas a cabo, por otra parte, de manera sistemática e inteligente. Según lo que sabemos, todo empieza con un sujeto más bien tímido y apocado, que sufre una experiencia traumática que no puede soportar. Puede ser un desengaño amoroso, una humillación o, simplemente, una terrible envidia por agravio comparativo. En todo caso, la sensación es tan insoportable que la persona no puede resistir el sufrimiento sin hacer nada.

Como suele ser un individuo solitario y algo acomplejado, no reacciona enseguida. Después de darle muchas vueltas, concluye que la única salida es un acto violento contra otra persona o contra sí mismo. La relación de las víctimas elegidas con la causa del trauma original puede ser mínima o inexistente, pero, a partir de la decisión criminal, la tensión del sujeto desaparece.

Con toda serenidad, empieza a preparar cuidadosamente la acción a llevar a cabo, cuidando todos los detalles. Si en algún momento surge la duda, la angustia reaparece, momento en el cual puede replantearse la situación y detener el proceso. Sin embargo, si el plan cristaliza en su mente, llega a un punto en el que su desarrollo se vuelve imparable. El fenómeno es antiguo, lo describieron los médicos coloniales ingleses en Malasia, con el nombre de amok. Lo que es nuevo es que suceda cada vez más en países desarrollados.

Jose Luis González de Rivera Revuelta es jefe del Servicio de Psiquiatría de la Fundación Jiménez Díaz y autor de

Crisis Emocionales

(Espasa)

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