RUBÉN AMON. Corresponsal
PARIS.-
El diario Le Monde publicaba ayer la prueba material de un documento donde los servicios secretos franceses advertían a Estados Unidos del riesgo de un atentado de Al Qaeda con aviones de pasajeros.
Las compañías citadas en el documento se corresponden con las que utilizaron los terroristas (American Airlines y United Airlines), aunque llama aún más la atención que la advertencia se produjera el mismo año del ataque a las Torres Gemelas. Exactamente en enero de 2001.
Los pormenores de la operación forman parte de una serie de informes desclasificados a los que ha tenido acceso el rotativo parisino. Gracias a ellos sabemos que los servicios secretos franceses trasladaron el expediente de la amenaza a la propia embajada de EEUU en París.
El documento plantea, por ejemplo, que Bin Laden había presidido una reunión clandestina en Afganistán para sugerir las ideas esenciales de un atentado a gran escala que requería el secuestro de aviones convencionales y la preparación logística necesaria para hacerlos explotar contra objetivos sensibles de EEUU. No se dicen explícitamente cuáles, pero el informe que traspasó la diplomacia francesa a las oficinas de Washington menciona que en la preparación de los atentados estaba prevista la cooperación de guerrilleros talibanes y de radicales chechenos.
Bin Laden
De acuerdo con los mismos documentos desclasificados, Osama bin Laden había ordenado realizar el ataque entre los meses de marzo y septiembre de 2000. Ahora también conocemos que el retraso de la fecha se debió a una serie de problemas relacionados con «diferencias de opinión respecto a la fecha, los objetivos precisos y los participantes», detalla Le Monde.
El hallazgo del material periodístico introduce una variante en los planes originales de Al Qaeda respecto al desarrollo de los acontecimientos. Osama bin Laden, al parecer, había recomendado organizar el secuestro de un avión de pasajeros cuyo viaje transatlántico había de realizarse entre las escalas de Frankfurt (Alemania) y un aeropuerto americano. Las revelaciones de Le Monde revisten importancia porque añaden luz y, seguramente polémica, a la nebulosa con que se ha cerrado la investigación del Congreso estadounidense.
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