Nina Wang salió de los juzgados de Hong Kong en septiembre de 2005 convertida en la mujer más rica de Asia. La sentencia de la Corte Final de Apelación, le devolvió el control de Chinachem, el imperio inmobiliario fundado -como empresa farmacéutica- por su marido, Teddy Wang, que fue secuestrado en 1990 y posteriormente declarado muerto, aunque su cuerpo nunca apareció.
El nombre de la más peculiar de los magnates asiáticos, conocida por su austera forma de vida y su inconfundible imagen -con dos coletas y a menudo vistiendo ropa tradicional china- quedó del todo limpio en diciembre de ese mismo año, después de un largo proceso en el que había tenido que soportar estoicamente ser acusada de haber falsificado uno de los testamentos de su marido.
Pero Nina Wang no ha tenido tiempo de gastar todo su dinero, algo que, por otra parte, tampoco le gustaba demasiado. El pasado 3 de abril falleció en un hospital de la ex colonia británica a los 69 años de edad. Aunque la portavoz de su empresa no reveló las causas de su muerte, la prensa local llevaba tiempo rumoreando que padecía cáncer.
Wang deja vacío el puesto 204 de la última lista Forbes de multimillonarios. Su fortuna estaba estimada en 4.200 millones de dólares, pero en Hong Kong era conocida porque apenas gastaba más de 300 al mes. También por sus minifaldas, mucho maquillaje y los peinados estridentes que le ayudaron a construir un personaje muy peculiar. Y, sin embargo, logró mantenerse alejada de la escena pública.
En una de las pocas entrevistas que concedió, reconoció que prefería los McDonalds a los restaurantes de cinco estrellas y que cuando acudía a espectáculos con su marido, compraban las entradas más baratas.
Desde la desaparición de éste, Nina Wang dirigía un conglomerado formado por más de 400 empresas, centrado en la inversión y la promoción inmobiliaria, pero también presente en diversos sectores financieros y de entretenimiento. Apodada como la dulce pequeña- Siu Tim Tim, en cantonés-, quiso añadir su nombre al paisaje vertical de Hong Kong, construyendo el rascacielos Nina-Tower, pero el proyecto dejó de ser viable por su proximidad a un aeropuerto.
Las excentricidades alimentaron su fama, pero su popularidad llegó a su punto álgido con la batalla judicial por la herencia de su marido, que la enfrentó durante ocho años a su suegro, Wang Din-shin. Kung Yu Sum -el nombre de soltera de Nina Wang- había conocido a Teddy Wang en 1948. Él tenía 18 años. Ella, tan solo 11. Siete años más tarde se casaron y se establecieron en Hong Kong, que todavía era una colonia británica, donde Teddy fundó el grupo Chinachem.
El exitoso empresario fue secuestrado en dos ocasiones, ambas cuando regresaba a casa en su Mercedes. En la primera, en 1983, Nina pagó el rescate, de 11 millones de dólares, y Teddy fue liberado tras pasar ocho días atado a una cama. Del segundo rapto nunca regresó, a pesar de que la esposa también pagó 60 millones a los supuestos secuestradores. Se produjo en 1990, y nueve años después, aunque el cadáver nunca apareció, un juez declaró su defunción.
Desde entonces, Nina Wang y el padre de su marido, Wang Din-shin, se disputaron la herencia y el control de Chinachem. Las idas y venidas del caso, repleto de acusaciones de infidelidades, detectives privados, y hasta tres distintas versiones de las últimas voluntades de Teddy Wang, alimentaron los cotilleos en toda la prensa asiática.
Nina fue acusada de falsificar uno de los testamentos, pero nunca llegó a ingresar en prisión y, en 2005, la corte de apelaciones revocó la sentencia dando la razón a la chica de las coletas.
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Nina Wang
presidenta de Chinachem Group y la mujer más rica de Asia, nació en Shanghai en 1937 y murió en Hong Kong el 3 de abril de 2007.