Miércoles, 18 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6331.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Toros
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Nunca olvido una cara pero con la suya voy a hacer una excepción (Groucho Marx)
 COMUNICACION
EL VOYEUR
Alas y miserias de la vida
CARLOS BOYERO

Me acerco con precauciones, miedo, fatiga e instinto de supervivencia al estreno en cines del documental Las alas de la vida. Esas sensaciones molestas y anticipadas se deben a mi inevitable hipocondría y a lo insólito de su argumento. Me han contado que filma el testimonio, a lo largo de tres años, de un hombre que padece una atrofia sistemática múltiple, con la muerte acorralándole, sin remedio, ante la progresiva devastación física.

Publicidad
Con temática tan trágica y protagonista tan enfermo lo lógico es que el receptor normal(excluyo sádicos y profesionales del morbo) saliera apesadumbrado, con el estómago y el corazón revueltos. Sin embargo, esta hermosa, necesaria y conmovedora película me inyecta vida, conocimiento, alegría y emoción. Me hace pensar, dudar y sentir. Y ¡cómo no, me enamora el coraje, la lucidez, la dignidad, el terror, la generosidad, la inteligencia, la incertidumbre, la alegría, la angustia, la autenticidad, la complejidad y el humor de ese admirable ser humano llamado Carlos Cristos que propone al director Antoni Canet que filme su problemática cotidianidad en un camino sin retorno, con la fundada esperanza de que ese retrato de su paralizante enfermedad ayudará a otras personas en situación jodida. También me hace llorar, pero esas lagrimas no son desesperadas, sino buenas para el alma. Ojalá que pueda seguir fiel a las palabras con las que se despide del espectador: «Mientras que suene la música, seguiremos bailando. Y a ser posible, con una sonrisa».

Llego agradeciblemente tocado a casa, con la alentadora imagen de ese inolvidable señor que hasta este momento me resultaba anónimo, y me encuentro en Canal Plus con otro documental dedicado a alguien tan famoso como turbio, etiquetado con causa en esa definición prestigiosa, aunque para mi tenga aroma siniestro, conocido como «animal político». Y se me pasa inmediatamente el colocón anímico que me ha regalado Las alas de la vida, constatando que la Humanidad también puede ser el adecuado disfraz para trincar el supremo poder al que aspira el político profesional e ingeniártelas para mantenerlo durante toda tu vida. A costa de lo que sea, con la inestimable y perpetua ayuda de la mentira, la manipulación, la doble moral y el fariseísmo.

Escrito y dirigido por los peores enemigos de Chirac, hereditario de la mala leche y el discutible estilo de Michael Moore, este corrosivo retrato utiliza virtuosamente el sarcasmo describiendo la carrera del eterno triunfador. Es injusto que no le permitan defenderse, pero ese Chirac de ficción que nos va contando su tortuosa existencia está concebido con arte, con la liberadora mordacidad de las sátiras de primera clase.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad