Miércoles, 18 de abril de 2007. Año: XVIII. Numero: 6331.
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 DEPORTES
Un ganador al frente de un novato
SCHUSTER, CON SEIS COPAS DEL REY, SE MIDE HOY AL BARCELONA EN LAS SEMIFINALES EL GETAFE NUNCA HABIA LLEGADO TAN LEJOS
ELENA ISARDO

MADRID.- «Tengo suficiente personalidad para no jugármela en ningún partido. Por haber sido jugador, por haber ganado muchas cosas y por haber crecido en otras tantas». Bernd Schuster (Augsburgo, Alemania, 1959) sabe perfectamente de lo que habla. Ante sí tiene el mayor reto desde que cambiara la camiseta y el balón por la dirección desde el banquillo. El Getafe visita hoy el Camp Nou para medirse al Barcelona en las semifinales de la Copa del Rey, una competición en la que el conjunto azulón nunca antes había llegado tan lejos. Un equipo novato en estas lides para un técnico curtido.

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Schuster es un auténtico especialista en el torneo copero, una competición en la que participó en 13 ocasiones para llegar a jugar nueve finales, ganando seis de ellas. Junto con Pandiani (Deportivo, Mallorca y Espanyol), es el único jugador que ha levantado el trofeo con tres camisetas distintas. El alemán se proclamó campeón de la Copa del Rey con el Barcelona (1981, 1983 y 1988), Real Madrid (1989) y Atlético de Madrid (1991 y 1992), para terminar encadenando cinco finales consecutivas (desde 1988 hasta 1992).

«Disfruté mucho con aquellos partidos y me dieron muchas alegrías. Tuve la ventaja de jugar en tres equipos grandes y eso facilita las cosas. Es el partido más especial, el choque del año y también me encantaría estar como entrenador. Si encima la ganas, ya es increíble. Me hace ilusión vivirlo desde el banquillo y si puede ser con el Getafe, mejor», explica el técnico alemán, quien asegura que la primera vez que la conquistó fue el momento más emotivo de los seis vividos. «Acababa de llegar de Alemania y fue muy bonito. Con el Barcelona, ganamos al Sporting de Gijón (3-1), en el Calderón. Lo celebramos mucho», recuerda.

Dos años después volvería a repetir final y victoria copera con la camiseta azulgrana, en La Romareda: «Todo lo que rodeó al partido fue tremendo. Fue en 1983, con Maradona en el Barça. Ganamos al Real Madrid (2-1) y me salieron aquellos cortes de manga, seis o siete... Ahora los veo y me da risa, no sé cómo pude hacer tantos y tan rápido».

La última vez que ganó la Copa del Rey lo hizo con la camiseta del Atlético de Madrid. «Fue contra el Real Madrid y marqué un gol, el único que logré en una final. Me dolió mucho salir del Real Madrid y derrotarles en el Santiago Bernabéu fue bonito».

En los casi 10 años que lleva como técnico, también ha disfrutado del éxito de una final, o casi. En su etapa de entrenador del Shakhtar Donetsk (03-04), consiguió meter al conjunto ucraniano en la final de la Copa, aunque fue destituido antes de llegar a jugarla. Después, el Shakhtar se impuso en la final al Dnipro.

Desde su desembarco en los banquillos, Schuster todavía no ha conseguido ganar un partido frente al Barcelona, con 24 Copas del Rey en sus vitrinas. Perdió con el Levante en un único duelo, mientras que con el Getafe ha sumado dos derrotas y un empate. La clave para obtener un buen resultado en el Camp Nou y poder mantener viva la eliminatoria de semifinales en el Alfonso Pérez pasa, según el entrenador alemán, por la motivación de sus jugadores: «Ellos no pueden tener tanta ilusión como nosotros porque juegan a otro nivel y tienen más títulos. Eso puede dar un porcentaje extra a mis jugadores, en lugar de estar al 100% pueden llegar al 110%».

Asegura que la baja de Ronaldinho les viene bien, aunque le preocupan otras cuestiones. «Hay que decir claro que el Barcelona no es sólo Ronaldinho, sobre todo lo que es en ataque de medio campo para arriba, con jugadores de clase extra. Tienen tanta calidad que cuando falta uno pueden seguir su juego, hacer su filosofía y ganar sus partidos. Es uno menos que nos la puede liar», dice para opinar sobre el supuesto bajón de juego de los hombres de Frank Rijkaard. «A mí me gustaría estar tan mal como ellos, crear tantas ocasiones de gol y jugar como están jugando. Como ganaron al Mallorca en el último minuto, parece que el Barcelona está mal», apunta en tono irónico.

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