Todavía hay aficionados del Inter de Milán que piensan que el cielo caerá sobre sus cabezas y que su equipo no ganará la Liga. Es la consecuencia de 18 largos años de frustraciones, fracasos y millones de euros malgastados. En realidad es más probable la opción de que un asteroide impacte sobre la superficie terrestre en las próximas semanas, que la de un nuevo error interista. Pero por si acaso, más de un seguidor neroazzurro rezará todo lo que sepa para que su equipo gane hoy a la Roma y se convierta en el campeón más rápido de la historia del calcio, seis jornadas antes del final del torneo.
La realidad es que, pase lo que pase en el Giuseppe Meazza, la Liga sólo tiene un dueño, el equipo dirigido por Roberto Mancini. Aventaja en 16 puntos al segundo, precisamente su rival romano, y sólo quedan 21 en disputa. Su trayectoria ha sido tan irreprochable como extraña. El habitual perdedor, el grande que nunca ganaba y que sólo acumulaba desgracias y operaciones de fichajes y traspasos inexplicables, acumula esta vez 25 victorias y seis empates. No ha perdido ni un solo partido y todavía está a tiempo de llegar a la barrera de los 100 puntos.
El fatalismo del Inter llega incluso en los momentos de triunfo. Cuando conquistó su última Liga, en 1989, en esa época en la que todavía existían la Unión Soviética y el Muro de Berlín, todo el mundo comenzó a hablar de lo bien que jugaba el Milan de Sacchi, campeón de Europa y creador de un nuevo estilo. El éxito de aquel equipo dirigido por Giovanni Trapattoni, con Matthaeus, Brehme y Rubén Sosa como grandes estrellas, quedó eclipsado por la revolución milanista.
Ahora los anti Inter también encuentran motivos para minimizar la hazaña de una escuadra que presenta unos números incontestables. La Juventus está en la Serie B por sus escándalos y por Luciano Moggi, el hombre que se pasaba el día hablando por teléfono con los árbitros. Y el Milan arrancó con ocho puntos menos. La Liga, en general, ha perdido calidad y nivel. Eso se dice. Gennaro Gattuso, el centrocampista del Milan, ahondó en la herida: «Estamos en semifinales de la Copa de Europa. A ellos los eliminó el Valencia en octavos de final. Que sepan que una Champions vale como tres títulos de Liga. O más»
Pese a todo, la fiesta del Inter será completa cuando se confirme el éxito largamente esperado. Ningún aficionado neroazzurro sintió como propia esa Liga del año pasado que les regalaron tras los castigos a juventinos y milanistas. La de ahora sí vale y permite olvidar tantos años perdidos, tantas estrellas despreciadas y desperdiciadas. Tantos pronósticos tan estúpidos como el que siguió al traspaso de Roberto Carlos al Madrid: «No tiene futuro», dijo el entonces técnico, Roy Hodgson. Y le hicieron caso. Cientos de errores después, se acaba la pesadilla.
UNA LISTA CON MAS DE 100 JUGADORES
Desde la Liga ganada en 1989, el Inter sólo pudo conquistar tres Copas de la UEFA, dos Copas de Italia y dos Supercopas. El Scudetto del pasado año se lo dieron en los despachos.
Massimo Moratti, su actual propietario, llegó en 1995. Ha fichado a más de 100 jugadores con un gasto de 640 millones de euros. Este año pagó 80 millones en las contrataciones de Vieira, Ibrahimovic, Maicon, Grosso, Maxwell y Dacourt. En muchas ocasiones el Inter no alineó un solo jugador italiano.
La lista de estrellas fichadas por el Inter y que no ganaron la Liga es extensa: Bergkamp, Ronaldo, Zamorano, Djorkaeff, Simeone, Roberto Carlos, Pirlo, Seedorf, Cannavaro, Kanu, Baggio, Vieri, Verón, Martins, Batistuta, Mutu...