CARLOS ALVARO ROLDAN. Corresponsal
BERLIN.-
El lunes por la noche los negociadores de Deutsche Telekom y del sindicato de servicios Verdi se levantaron de la mesa, tras su cuarta ronda de negociaciones, con «un acercamiento de posiciones», según la empresa. Ayer, sin embargo, volvieron a sonar los tambores de guerra por ambas partes y el diálogo ha sido aplazado sine die.
La mayor compañía de telecomunicaciones de Europa y tercera del mundo, inmersa en un profundo proceso de reestructuración que afecta a sus 160.000 empleados, se descolgaba a primera hora de la mañana con una propuesta que, en opinión del sindicato, nace muerta.
Deutsche Telekom pretendía transferir a cerca de 50.000 empleados a tres empresas externas, bajo la tutela de una nueva filial encargada de los servicios, T-Service, para ahorrar 900 millones de euros. Ayer, y con el compromiso de que no habrá despidos hasta 2010, propuso reducir un 12% el sueldo de esos trabajadores en los próximos 30 meses.
Verdi lo rechazó inmediatamente y, si la semana pasada ya convocó a unos pocos miles de trabajadores a unas «huelgas de advertencia», su negociador Lotar Schröder abría la puerta, tras el anuncio de la compañía, a posibles paros generales. Ayer mismo, cerca de 12.000 empleados en toda Alemania habían sido invitados a no acudir a sus puestos de trabajo durante la jornada.
El gigante alemán también lanzó su propio órdago. Seguirá con sus planes, que además de salarios más bajos incluyen más horas de trabajo, incluso sin la bendición de los sindicatos. La empresa, desangrada por la pérdida constante de abonados de telefonía fija, ha visto volatilizarse hasta un 17% de su beneficio neto consolidado en 2006 (hasta los 3.900 millones de euros) tras entrar en números rojos en el cuarto trimestre. Según analistas citados por el Sutttgarter Nachrichten, la creación de T-Service es inevitable.
Entre las principales reivindicaciones sindicales se encuentra la petición de que esos 50.000 empleados que pasarían a pertenecer a empresas de servicios ajenas a Deutsche Telekom sigan protegidos por el convenio colectivo de la empresa.
Asimismo, Verdi denuncia que con los planes de reestructuración la compañía reduciría el sueldo real de sus trabajadores en un 40%. La empresa, dentro de su propuesta, también contempla la posibilidad de crear en un futuro próximo nuevos empleos, siempre con sueldos más bajos de los actuales.
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