La Caja Mediterráneo (CAM) ha comprado un 5% del segundo banco privado marroquí, el Banque Marocaine du Commerce Extérieur (BMCE). Se convierte así en la primera caja de ahorros en tomar participación directa de un banco norteafricano, en una operación que asciende a 132 millones de euros y que ha contado con el beneplácito del Banco de España. Además, la entidad alicantina mantiene conversaciones para entrar en otro banco foráneo, el de Guayaquil en Ecuador, junto a otras entidades nacionales.
De este modo, la CAM pretende destacarse en las compras en el exterior a las que se han visto abocadas las cajas. Esta entidad ya vivió en sus propias carnes las dificultades del sector de cajas de ahorros para comprar bancos en España -y aprovechar así su actual momento de expansión-, tras los frustrados asaltos al Atlántico y al Urquijo.
Desde la CAM aseguraban ayer que el banco marroquí dispone de una red de 346 oficinas en el reino alauí, está presente en 11 países -incluido España- y cuenta con más de 3.500 empleados. Posee, además, activos de 7.600 millones de euros y un resultado de 85 millones de euros al cierre de 2006. Además, tiene una participación del 35% en el Bank of Africa, tercer grupo de la Unión Económica y Monetaria del Africa Occidental, con importante presencia en Malí, Benín, Níger, Costa de Marfil, Burkina Faso, Madagascar, Senegal, Kenia y Uganda. Se trata de una zona inédita para el sector financiero nacional.
La caja presidida por Vicente Sala quiere aprovechar esta participación para lograr una mayor presencia en el flujo de divisas de ciudadanos marroquíes. De hecho, en un comunicado, la CAM señala que «pretende potenciar la vinculación de los inmigrantes marroquíes en España con la entidad». De todos modos, fuentes de la caja señalaron a este diario que el auténtico negocio que se pretende realizar con esta inversión es apuntalar una posición sólida en el norte de Africa. De este modo, podrán acompañar a los proyectos turísticos e inmobiliarios que el empresariado de Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares (las principales áreas de influencia de la CAM) prevé en la zona.
A fin de cuentas, la caja alicantina ha desviado buena parte de su cartera a los sectores turístico (5% de TUI y 5% de Sol Meliá) e inmobiliario (20% de Hansa Urbana). De hecho, colabora directamente en diversos desarrollos inmobiliarios en el Caribe y en las islas Canarias.
El banco marroquí opera en todas las áreas de negocio del país, con gestión de activos, fondos de inversión, financiación al consumo, seguros, así como una sólida red de apoyo al comercio exterior. Su accionariado está compuesto en un 40% por inversores marroquíes, mientras un 30% está en la bolsa local. El resto se reparte entre diferentes entidades, como Merrill Lynch o el portugués Banco do Espíritu Santo, destacaron fuentes de la caja.
El pasado mes de enero, el vicepresidente Pedro Solbes amparó la expansión internacional de las cajas, dadas sus limitaciones en el mercado nacional. Con esta operación, la CAM es la primera de las cajas medianas que da este paso. Mientras, La Caixa y Caja Madrid están diseñando sus alternativas que podrían acometer a lo largo de este año.
