Según reconoció el banco en un Hecho Relevante de la CNMV, el regulador había detectado en sus investigaciones ordinarias de las herramientas de inversión una «mala práctica» en la gestión de cuatro fondos de la filial española. Concretamente percibió que UBS no destinaba a sus clientes las comisiones que en ocasiones ingresaba por comercializar otros fondos ajenos a su cartera. Esta práctica fue continuada, según la CNMV, desde finales de 2004 hasta el primer trimestre de este año.

Desde el propio banco reconocen que este hecho se ha producido al tratarse de «fondos de fondos, para los que se buscan los perfiles que mejor se ajustan, ya sea en tramos institucionales o en tramos detallistas y que en ocasiones generan unas comisiones por llevar su comercialización».

En concreto, el fondo UBS Capital Plus FI es el que contabiliza el mayor perjuicio económico, cifrado en 1,78 millones de euros, seguido de UBS Active Plus FI (751.314,52 euros), UBS Money Plus FI (701.840,12 euros) y UBS Capital Plus 2 FI (25.769,67 euros).

La entidad señaló que, desde el momento que recibió la advertencia del regulador, decidió abonar a los partícipes de estos cuatro fondos y a las Instituciones de Inversión Colectiva (IIC) gestionadas por UBS Gestión el importe total al que ascendió el perjuicio económico: «Estas comisiones se van a revertir en el fondo de tal forma que aumente su valor», explican en UBS. Para quienes ya no permanezcan en uno de estos fondos, el banco analizará el tiempo que estuvo cada inversor para poder cuantificar su indemnización, que se le abonará en forma de participaciones en el fondo.

La filial española afirma que UBS Gestión «ha procurado siempre, al ordenar operaciones con ICC extranjeras, realizar la gestión eficiente para sus fondos, minimizando los costes y beneficiando a todos los partícipes», informa Europa Press.

Este caso es análogo al comunicado de marzo por Bankinter. La CNMV detectó en 2006 prácticas irregulares llevadas a cabo en dos de los 81 fondos de esta entidad y en algunos contratos de gestión de carteras individuales, que ocasionaron un perjuicio total de 5,4 millones de euros a los fondos y clientes afectados.