Un total de 21 personas fueron detenidas ayer en el transcurso de la operación Hidalgo contra el blanqueo de capitales, a través de entramados societarios, que tiene al menos ocho conexiones internacionales y que no está relacionada con el caso Malaya.
«Narcotráfico, prostitución y todo lo que representa en sí el crimen organizado». Así definía ayer el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, las actividades delictivas de la red desarticulada en Marbella tras dos años de investigación policial.
Entre los 21 arrestados por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Marbella, Francisco de Urquía, se encuentran tres notarios de Marbella: Amelia Bergillos, su socio Joaquín Crespo Candelas y Mauricio Pardo. Todos sus despachos, al igual que los del resto de detenidos, además de sus domicilios, fueron inspeccionados en más de una decena de registros donde los agentes se incautaron de diversa documentación.
La mayor parte de los arrestados ayer son abogados, economistas y empresarios entre los que destaca, sobremanera, el nombre del conocido letrado marbellí Rafael Cruz-Conde, vinculado a numerosas e importantes operaciones inmobiliarias que han tenido lugar no sólo en Marbella, sino en otros puntos de la Costa del Sol, como Estepona, así como en otras comunidades autónomas como Madrid y Cataluña.
En lo que respecta a Andalucía, se investiga la adquisición de bienes inmuebles en localidades como Jimena de la Frontera, San Roque (Cádiz), Aguilar de la Frontera (Córdoba) o Estepa (Sevilla), a cuyos registros de la propiedad se han remitido mandamientos para bloquear dichos bienes, que se sospecha que son productos del blanqueo.
La Fiscalía Anticorrupción atribuye al bufete de Cruz-Conde su conexión con «unas 800 sociedades» que considera «meros instrumentos para ocultar la procedencia y titularidad de los fondos que manejan».
Se investigan las actividades realizadas por este bufete de abogados de Marbella que, presuntamente, «estaría especializado en ingeniería financiera para el blanqueo de capitales», como epicentro de la trama, con ramificaciones en el extranjero. De hecho, se habrían cursado al menos dos comisiones rogatorias, una de ellas a Holanda, en cuya capital, Amsterdam, también se practicaron registros a través de Interpol.
Fuentes cercanas a la investigación aseguraron que se habrían detectado hasta ocho conexiones internacionales con presuntos delincuentes. Al margen de los delitos descritos a primeras horas de la mañana de ayer por el delegado del Gobierno en Andalucía, habría otros como delitos fiscales, tráfico de drogas, fraude, delitos contra la Hacienda Pública y quiebra fraudulenta de ciertas empresas.
El modus operandi del bufete de Cruz-Conde sería el siguiente: crear entramados societarios a distintos clientes, con la finalidad de ocultar el origen y la propiedad de los bienes. Otros integrantes del despacho del letrado detenido también habrían sido arrestados, si bien sus identidades no fueron confirmadas oficialmente.
Uno de los registros que más alarma causó en la localidad fue el practicado en el emblemático y lujoso hotel Marbella Club, todo un símbolo del lujo y del glamour que fue fundado en los años 50 del siglo pasado por el príncipe Alfonso de Hohenlohe.